Categorías  
Portada - Bandera pirata. Fuente: Andrea Izzotti/Adobe.

Cuando Julio César fue secuestrado por piratas… y les hizo subir el precio de su rescate

La piratería es una práctica que se remonta a lo largo de los milenios hasta épocas muy antiguas. En el Mediterráneo los piratas no suponían una gran amenaza, ya que podían ser controlados con relativa facilidad por una flota poderosa. A finales del siglo II a. C., sin embargo, la piratería se volvió más virulenta y peligrosa, y comenzó a desestabilizar el Mediterráneo, especialmente en su parte oriental. El fenómeno continuó en el siglo I a. C. hasta que Pompeyo le puso fin. Una de las más curiosas historias de esta época sobre piratas (concretamente sobre los piratas cilicios) ocurrió en la ocasión en que fue secuestrado el futuro dictador de la República romana, Julio César.

La ausencia de una potencia naval deja el Mediterráneo indefenso

Para finales del siglo II a. C., no había ninguna potencia naval importante en el Mediterráneo. Cartago había caído a manos de los romanos en el 246 a. C., mientras que el Egipto ptolemaico y el Imperio seléucida, ambos de origen helenístico, estaban en declive. Aunque Roma era la potencia dominante en el Mediterráneo por aquel entonces, no contaba con una armada poderosa. Por otra parte, la guerra entre Roma y el Imperio seléucida a principios del siglo II a. C. sembró aún más caos en el Mediterráneo Oriental.

 

 

Imperio seléucida en el 200 a. C., con la República romana al oeste. (CC BY-SA 3.0)

Imperio seléucida en el 200 a. C., con la República romana al oeste. (CC BY-SA 3.0)

La ausencia de una potencia naval en el Mediterráneo no fue el único factor que contribuyó a exacerbar el problema de la piratería en el Mediterráneo. El florecimiento de la piratería durante ese período también se debió a que los romanos dependían de los piratas para abastecerse de esclavos. Los piratas atacaban a menudo lentas naves comerciales, especialmente los barcos que transportaban trigo desde Egipto a Italia. Cuando estas naves eran capturadas, su tripulación normalmente era trasladada a la isla griega de Delos, centro del comercio internacional de esclavos en aquella época. Los esclavos vendidos a la élite romana acababan por lo general trabajando en sus plantaciones de Italia.

Los piratas se hacen con un bastión en el Mediterráneo

Los piratas del Mediterráneo tenían en un principio sus plazas fuertes en Creta (Mediterráneo Oriental) y en las islas Baleares (Mediterráneo occidental). Más tarde hicieron de Cilicia occidental su base de operaciones, adoptando a raíz de ello el nombre de ‘piratas cilicios’. Como hemos mencionado con anterioridad, los piratas normalmente capturaban las tripulaciones de los barcos que asaltaban para venderlos como esclavos. Los cautivos más pudientes, sin embargo, no corrían tal suerte, sino que eran mantenidos como rehenes y se exigía un rescate por su liberación.

Los piratas se adueñan del Mediterráneo. (Warpedgalerie/Adobe)

Los piratas se adueñan del Mediterráneo. (Warpedgalerie/Adobe)

Julio César es apresado como rehén

Uno de los rehenes más ilustres de los piratas cilicios fue Julio César. En el 75 a. C., el futuro dictador romano, que tenía 25 años por aquel entonces, fue capturado por los piratas cilicios cuando se dirigía a Rodas para estudiar oratoria. Los piratas exigieron por su liberación un rescate de 20 talentos, ante lo que César rió, diciendo que no sabían quién era y ofreciéndose a pagar 50 talentos. De hecho, César mantuvo su arrogante comportamiento, sorprendente en un prisionero, durante los 38 días que estuvo en manos de los piratas. Por ejemplo, cuando quería dormir, les decía que dejaran de hablar y hacer ruido, y les reprendía si no mostraban aprecio por los poemas y discursos que escribía. César, burlonamente, amenazó incluso con ahorcarlos en varias ocasiones. Los piratas toleraban este comportamiento, llegando incluso a deleitarse en la audacia de César, atribuyéndola a una especie de “simplicidad y entusiasmo juvenil”.

Julio César. (Clara Grosch/Dominio público)

Julio César. (Clara Grosch/Dominio público)

Finalmente, el rescate llegó, y César fue puesto en libertad en Mileto. Inmediatamente, César tomó el mando de algunas naves y zarpó desde el puerto de Mileto en una expedición contra los piratas. Cuando los encontró, los capturó y encarceló en Pérgamo. César permitió entonces a Marco Junio, gobernador de Asia, castigar a los piratas él mismo, ya que estaban bajo su jurisdicción. El gobernador, sin embargo, se mostró indeciso, por lo que César decidió actuar por su cuenta. Sacó a los piratas de la cárcel y los crucificó.

Roma devuelve el golpe

No mucho después del secuestro de César, Roma organizó expediciones contra los piratas. Publio Servilio Vatia, por ejemplo, fue enviado contra los piratas cilicios. Pero, aunque fue capaz de derrotarlos en el mar, no pudo asestarles el golpe de gracia, ya que había estallado la guerra entre Roma y Mitrídates VI del Ponto. Por otra parte, los piratas de Creta fueron atacados por Quinto Cecilio, y la isla se convirtió en una provincia romana en el año 67 a. C.

Costa de Creta. (Stefan Kunze/Dominio público)

Costa de Creta. (Stefan Kunze/Dominio público)

El fin de los piratas cilicios

El fin de los piratas cilicios llegó poco después de la caída de Creta. Como los piratas amenazaban el suministro de alimentos para Roma, Pompeyo obtuvo poderes extraordinarios para luchar contra ellos. Al haber sido ya derrotados los piratas por Vatia algunos años atrás, Pompeyo no tenía ante sí una tarea demasiado difícil, venciéndolos rápidamente. A diferencia de César, sin embargo, Pompeyo trató a los piratas derrotados de forma bastante diferente. Pompeyo comprendió que los piratas, después de perder su base en Cilicia, estaban a la deriva. Así pues, en lugar de condenarlos a muerte, decidió instalarlos tierra adentro para que pudieran servir a Roma como agricultores. De este modo los piratas cilicios dejaron de ser un problema para Roma.

Imagen de portada: Bandera pirata. Fuente: Andrea Izzotti/Adobe.

Autor: Wu Mingren

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

 

Referencias:

Lendering, J., 2015. Caesar and the Pirates. [Online] Disponible en: https://www.livius.org/sources/content/plutarch/plutarchs-caesar/caesar-and-the-pirates/

Lendering, J., 2018. Cilician pirates. [Online] Disponible en: https://www.livius.org/articles/people/cilician-pirates/

Plutarch, Parallel Lives: Julius Caesar [Perrin, B. (trans.), 1919. Plutarch’s Parallel Lives: Caesar.] [Online] Disponible en: https://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Plutarch/Lives/Caesar*.html

Plutarch, Parallel Lives: Pompey [Perrin, B. (trans.), 1917. Plutarch’s Parallel Lives: Pompey.] [Online] Disponible en: https://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Plutarch/Lives/Pompey*.html

The Editors of Encyclopaedia Britannica , 2019. The Time Julius Caesar Was Captured by Pirates. [Online] Disponible en: https://www.britannica.com/story/the-time-julius-caesar-was-captured-by-pirates

Imagen de dhwty

Dhwty

Soy un estudiante universitario de la facultad de arqueología. Mis intereses incluyen interpretaciones convencionales" y "radicales" de datos arqueológicos/textos/ilustraciones. Creo que una visión larga y abierta pueda ayudar a mejorar la comprensión de nuestro pasado. Además, estos argumentos pueden llevar... Lee mas
Siguiente Artículo