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Portada - El mural maya hallado recientemente en Guatemala se encuentra en un estado de conservación casi perfecto. (Universidad de Boston)

Descubiertas en Guatemala dos tumbas de los Reyes Serpiente mayas

Un equipo de arqueólogos ha desenterrado dos tumbas mayas intactas en las antiguas ruinas de Holmul (Guatemala). Los descubrimientos realizados en el interior de estas tumbas guardan relación con hallazgos anteriores, y arrojan luz sobre la famosa historia de una poderosa dinastía de reyes mayas cuyo símbolo era la cabeza de una serpiente.

Las tumbas han sido descubiertas unas 300 millas (482 kilómetros) al norte de Ciudad de Guatemala, en el yacimiento arqueológico y antigua ciudad maya de Holmul. Ambas tumbas están datadas entre los años 600 d. C. y 750 d. C., período en el que esta civilización precolombina dominaba estas tierras, justo antes de su decadencia. Aun así, Guatemala representa una parte muy importante de la historia maya, en la que aún quedan muchos misterios por resolver, como por ejemplo por qué colapsó esta civilización. Los investigadores creen que las excavaciones de las numerosas ruinas mayas conocidas podrían ser la clave para desvelar la historia oculta de los mayas.

 

 

Según The Guardian, las tumbas “escaparon milagrosamente” a los túneles excavados por los saqueadores por debajo de dos pirámides mayas. Además, en el yacimiento se descubrieron dientes con incrustaciones de jade, una tibia humana con inscripciones y un sorprendente colgante del dios del sol maya.

En el interior de una de las tumbas fue hallada una enigmática pieza de una dinastía maya conocida como “Cabeza de Serpiente” por su emblema. La cabeza de la serpiente era el símbolo de la familia que reinó durante varias generaciones unas 100 millas (161 kilómetros) al norte de las tumbas descubiertas recientemente en Holmul. Esta familia de ‘reyes serpiente’ estaba en guerra con otro clan rival.

Tumbas llenas de singulares hallazgos

Una de las tumbas fue construida en el interior de una pirámide, erigida para cubrir y proteger la estructura desde el siglo V d. C. Albergaba el esqueleto bien conservado de un individuo de mediana edad con incrustaciones de jade en sus dientes. Los arqueólogos se sorprendieron al descubrir además lo que creen que es una tibia humana con inscripciones grabadas sobre su superficie.

Francisco Estrada-Belli, arqueólogo de la Universidad de Boston, ha declarado a The Guardian que la tibia con la inscripción ‘es un hallazgo realmente singular’ y que ‘podría ser el hueso de un ancestro o prisionero de guerra’. Las incrustaciones en los dientes sugieren que la tumba quizás perteneciera a algún miembro de una familia de la élite, ya que este tipo de ornamentación dental era habitual entre la realeza maya, según informa ScienceAlert.com.

Estrada-Belli cree que el análisis epigráfico del hueso revelará nueva y valiosa información.

Pirámide del Templo E de Nakum, Petén, Guatemala. Imagen meramente representativa. (CC BY-SA 4.0)

Pirámide del Templo E de Nakum, Petén, Guatemala. Imagen meramente representativa. (CC BY-SA 4.0)

La segunda tumba, que fue descubierta en una pirámide aparte, también contenía los restos óseos de un individuo de mediana edad. Esta tumba estaba decorada con piezas de jade y diversas vasijas. Lo más destacable en este caso fue el descubrimiento de un ‘trofeo de guerra’: un colgante de jade con una inscripción en la que se lee que perteneció a un rey lejano.

Esta impresionante pieza de jade incluye el nombre de un rey de la dinastía “Cabeza de Serpiente”, lo que hace del hallazgo el primero en su especie. En la inscripción se lee “Yuknum Ti’ Chan, Sagrado Rey de Kaanul.” Sabemos que este rey formó parte de aquella misteriosa dinastía, y su presencia en una tumba tan lejana de su región de origen sugiere que su influencia se extendía más lejos de lo que pensábamos hasta ahora.

Colgante de jade con forma de cabeza de serpiente; imagen meramente representativa. Civilización maya, México (Chiapas) o Guatemala, 200 d. C. – 900 d. C. (LACMA/Public Domain)

Colgante de jade con forma de cabeza de serpiente; imagen meramente representativa. Civilización maya, México (Chiapas) o Guatemala, 200 d. C. – 900 d. C. (LACMA/Public Domain)

Las tumbas también contenían una caracola que había sido utilizada como tintero por un escriba y piezas de obsidiana, cerámica, conchas y jade.

Los descubrimientos pueden compararse en parte con los realizados en otro yacimiento de Guatemala: Tikal, donde los investigadores encontraron un hueso similar con inscripciones grabadas sobre su superficie en las que aparecía el nombre de un guerrero capturado. Rosemary Joyce, antropóloga de la Universidad de California en Berkeley que no participó en las excavaciones, ha afirmado que los huesos deberían ser examinados por antropólogos para determinar si son realmente humanos o de algún animal.

El descubrimiento de un espíritu maya de la montaña

El antiguo asentamiento de Holmul, situado en la Cuenca del Petén, es uno de los lugares más fascinantes conocidos relacionados con los mayas, y sus excavaciones han deleitado a los investigadores con muchos y muy valiosos descubrimientos a lo largo de los años. April Holloway informaba en el año 2013 en Ancient Origins del hallazgo de un impresionante friso Maya en este mismo yacimiento:

“Los arqueólogos han descubierto un gigantesco friso maya en la ciudad enterrada de Holmul, situada en la región guatemalteca de la Cuenca del Petén. Representa un escenario mitológico con un rey sentado en lo alto sobre la cabeza de un espíritu maya de la montaña.

El friso, que mide 8 metros por dos metros, es uno de los ejemplos mejor conservados de su especie. Presenta incluso rastros visibles de pintura roja, azul, verde y amarilla, y no ha perdido ningún fragmento a excepción de una pequeña esquina desgastada cercana al suelo.”

El imponente friso maya se encontraba en excelente estado. (Francisco Estrada-Belli/Nola.com)

El imponente friso maya se encontraba en excelente estado. (Francisco Estrada-Belli/Nola.com)

El arqueólogo Marcello Canuto, especializado en la civilización maya, ha dicho del hallazgo que “Nos da una idea de lo intrincados y ornamentados que debían ser estos asentamientos que estamos excavando durante su apogeo. Debieron ser sin duda un deleite para la vista cuando estaban habitados.”

“La sección del templo de Holmul en la que fue descubierto el friso se remonta aproximadamente al 590 d. C., lo que se corresponde con el período clásico maya, definido por las luchas de poder entre dos dinastías mayas principales: Tikal y Kaanul. Los dos reinos competían entre sí por los recursos y por controlar otras ciudades estado mayas menos poderosas. Hasta ahora, sin embargo, no ha quedado claro cuál de las dos dinastías controlaba Holmul, aunque el friso revela que la construcción del templo fue encargada por el rey de una ciudad vecina llamada Naranjo, vasalla del reino Kaanul.”

Templo de Tikal, Guatemala. (CC BY-SA 2.5)

Templo de Tikal, Guatemala. (CC BY-SA 2.5)

Los arqueólogos que están trabajando en Holmul creen que las investigaciones y excavaciones futuras podrían abrir la puerta a la resolución de muchos misterios relacionados con los “reyes serpiente” de la antigua civilización maya.

Imagen de portada: El mural maya hallado recientemente en Guatemala se encuentra en un estado de conservación casi perfecto. (Universidad de Boston)

Autor: Natalia Klimczak

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

Imagen de ancient-origins

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