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Pulga atrapada en ámbar (Foto: George Poinar Jr.)

La bacteria de la Peste Bubónica pudo haber infectado a una pulga atrapada en ámbar hace 20 millones de años

Los posibles antepasados de la bacteria que provocó la peste bubónica podrían ser millones de años anteriores al siglo XIV, época en la cual la enfermedad devastó Asia y acabó con más de la mitad de la población europea. Y enfermedades como ésta, transmitidas por insectos, podrían haber tenido su importancia en la extinción masiva de los dinosaurios, según un investigador.

El Dr. George Poinar Jr., entomólogo de la Universidad Estatal de Oregón, en los Estados Unidos, ha identificado lo que puede ser una posible cepa desconocida hasta ahora de la bacteria de la peste. Esta bacteria fosilizada se conservó en el interior de una pulga encerrada en ámbar. Si realmente son bacterias de la peste de hace 20 millones de años, serían la evidencia más antigua de la existencia de la enfermedad en el pasado.

 

 

Poinar, especializado en especímenes atrapados en ámbar, ha afirmado que si la bacteria fosilizada está emparentada con la Yersinia pestis responsable de la peste, la enfermedad es muy anterior a la especie humana, y viajó por gran parte del mundo durante todo este tiempo.

“Si finalmente es una antigua cepa de Yersinia, sería extraordinario,” declaró Poinar en una nota de prensa emitida por la Universidad Estatal de Oregón. “Quedaría demostrado que la peste es en realidad una enfermedad muy antigua que sin duda estuvo infectando y posiblemente provocando la extinción de algunas especies mucho antes de que existiera humano alguno. La peste podría haber tenido un papel en el pasado más importante de lo que imaginábamos hasta ahora.”

Micrografía electrónica de barrido de la Yersinia pestis, causante de la peste bubónica, sobre una pulga (imagen del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos/Wikimedia Commons)

Micrografía electrónica de barrido de la Yersinia pestis, causante de la peste bubónica, sobre una pulga (imagen del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos/Wikimedia Commons)

La pulga atrapada en el ámbar fue descubierta en la República Dominicana, que era un bosque húmedo tropical hace millones de años. No es seguro que la bacteria en cuestión esté relacionada con la peste, pero los científicos afirman que por su forma, tamaño y otras carácterísticas podría corresponderse con su equivalente moderno. Las bacterias se encontraban en la probóscide y el recto de la pulga.

“Aparte de las características físicas de la bacteria fósil que son similares a la bacteria de la peste, su localización en el recto de la pulga sabemos que se da en la bacteria moderna de la peste,” explica Poinar en la nota de prensa. “Y en este fósil, la presencia de una bacteria similar en una minúscula gota seca sobre la probóscide de la pulga concuerda con el método de transmisión de la bacteria de la peste por parte de las pulgas modernas.”

Poinar ha descubierto que los insectos similares a la pulga presentes en fósiles de piedra, no en ámbar, datan de la época de los dinosaurios y podrían haber participado de algún modo en su extinción.

La bacteria sobre la probóscide de la pulga atrapada en ámbar (George Poinar photo)

La bacteria sobre la probóscide de la pulga atrapada en ámbar (George Poinar photo)

“En el 2008, Poinar y su esposa, Roberta Poinar, escribieron un libro titulado ¿Qué Chinchaba a los Dinosaurios? Insectos, Enfermedades y Muerte en el Cretácico,” según podemos leer en la nota de prensa de la Universidad Estatal de Oregón. “Exploraba el auge evolutivo de los insectos que tuvo lugar aproximadamente en la misma época en que se extinguieron los dinosaurios. La tesis, desarrollada más ampliamente en el libro, añadió enfermedades transmitidas por insectos como componente probable que, junto con otros factores bióticos y abióticos como eventuales cambios climáticos, impactos de asteroides y erupciones volcánicas, condujeron a la extinción de los dinosaurios. Algunas enfermedades modernas como la leishmaniasis y la malaria, claramente se remontan a aquellos tiempos.”

Ancient Origins preguntó al Dr. Poinar por correo electrónico si las pulgas evolucionaron junto con los animales de pelo y sangre caliente. “Probablemente fuera así,” respondió. “Sin embargo, hay pulgas propias de los pájaros, y algunos dicen que existieron dinosaurios con plumas, así que puede que llegaran a parasitar a algunos dinosaurios.”

La peste bubónica aún infecta a seres humanos y a muchas otras especies de animales a día de hoy. Es endémica en muchos países. Endémico significa que sigue presente pero que se encuentra bajo control epidemiológico. Cuatro personas murieron de peste bubónica en los Estados Unidos el presente año hasta la segunda quincena de Septiembre, según leemos en la nota de prensa.

En la Edad Media, tres fases de la enfermedad transmitida por ratas y pulgas arrasaron Eurasia, asesinando a entre 75 y 200 millones de personas. Las tres fases son: bubónica, que provoca bubones o llagas llenas de pus; septicémica, que infecta la sangre; y neumónica, o infección de los pulmones.

“Los historiadores afirman que los cambios religiosos, sociales y económicos provocados por la Peste alteraron el curso del mundo,” leemos en la nota de prensa.

Imagen de portada: Pulga atrapada en ámbar (Foto: George Poinar Jr.)

Autor: Mark Miller

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

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Mark Miller

Mark MillerEs un escritor de Ancient-Origins. Tiene una licenciatura en periodismo, es editor y escritor de periodicos y revistas, desde mucho se interesa de la antropología, la mitología y la historia antigua. Sus hobbies son escribir y dibujar. Lee mas
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