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Portada-Petrolero hundiéndose: el AMOCO CADIZ varado y vertiendo petróleo al mar. Bretaña, Francia. Fotografía: Public Domain

Científicos ofrecen teoría alternativa sobre el Triángulo de las Bermudas

Científicos noruegos causaron un gran revuelo con el anuncio realizado que ha vinculado involuntariamente los cráteres gigantes del Mar de Barents con el controvertido Triángulo de las Bermudas. Estos científicos han afirmado que los cráteres podrían haberse creado al producirse explosiones de gas natural, lo que según algunos de ellos podría ser potencialmente peligroso para los barcos. La prensa internacional ha enloquecido con la idea y la ha vinculado a una teoría alternativa que explicaría los extraños fenómenos del Triángulo de las Bermudas.

Según National Geographic, los investigadores de la Universidad Ártica de Noruega que están estudiando los cráteres han descubierto que tienen aproximadamente media milla de ancho (0,8 kilómetros) y 150 pies (45 metros) de profundidad. Creen que estos cráteres fueron “provocados por la liberación explosiva de metano, también conocido como gas natural, que quedaba atrapado en las capas inferiores de sedimentos.”

 

 

El Metano se encuentra normalmente en estado sólido bajo la presión marina, pero se sabe que grandes cantidades de esta sustancia pueden desprenderse y formar burbujas de este gas que lógicamente ascienden a la superficie. Por esta razón, el estudio citado podría proporcionar una explicación científica a los testimonios de marinos que han observado cómo el agua empezaba a burbujear y se formaba espuma sin razón aparente en algunos puntos del océano.

Es importante observar que los científicos noruegos del Centre for Arctic Gas Hydrate, Environment and Climate (CAGE) (‘Centro para el estudio de los Hidratos de Gas, el Medio Ambiente y el Clima del Ártico”) no han sugerido que los cráteres tengan relación con el Triángulo de las Bermudas: han sido otros los que han adoptado la idea y la han hecho suya. Leemos en la página web del CAGE: “Se han descubierto múltiples cráteres gigantes en el lecho oceánico del Mar de Barents. Contrariamente a las informaciones aparecidas recientemente en los medios, no tienen relación con ninguna teoría sobre el Triángulo de las Bermudas. No obstante, sí que están relacionados con gigantescas explosiones de gas metano producidas en esta región durante la última desglaciación.”

Fotografía en la que se observan los gigantescos cráteres del Mar de Barents, producidos al parecer por explosiones de gas metano. (CAGE)

Fotografía en la que se observan los gigantescos cráteres del Mar de Barents, producidos al parecer por explosiones de gas metano. (CAGE)

Concretamente, la profesora Karin Andreassen, miembro del CAGE, afirma en la página web de la organización:

Hemos descubierto muchos grandes cráteres en el lecho marino de la región central del Mar de Barents. Los análisis sugieren que las explosiones de gas metano posteriores a la retirada del hielo tras la última glaciación dieron lugar a estos cráteres. Aún tenemos que publicar los resultados, así que [estas conclusiones] son provisionales. Lo que puedo decir es que no estamos relacionando este hecho en modo alguno con el Triángulo de las Bermudas.

Aunque existe una gran controversia por la hipótesis que se está presentando en medio del revuelo mediático, los científicos noruegos llevan ya tiempo estudiando los datos sísmicos de los cráteres gigantes del Mar de Barents: “Los múltiples cráteres gigantes existentes en el lecho marino de esta región del centro-oeste del Mar de Barents […] fueron originados probablemente por enormes explosiones de gas,” afirman los investigadores, y añaden a continuación: “Es muy probable que esta región de cráteres represente uno de los mayores ‘puntos calientes’ del Ártico de liberación de metano en aguas marinas poco profundas.”

 El barco de investigación L’Espoir atracado en Bergen (Noruega). (Sveter/ CC BY SA 3.0)

 El barco de investigación L’Espoir atracado en Bergen (Noruega). (Sveter/ CC BY SA 3.0)

Y es esta conexión con la liberación de gas metano en aguas marinas la que ha desatado la locura de los interesados en el Triángulo de las Bermudas y las desapariciones de barcos de todo el mundo.

Remontándonos al año 2003, David May y Joseph Monaghan sugerían por aquel entonces que las burbujas de metano podrían ser capaces de hundir barcos, dependiendo de la posición del barco respecto a la burbuja de gas. Como podemos leer en su artículo publicado en el American Journal of Physics (‘Revista Americana de Física’):

Tanto si el barco se hunde como si no, depende de su posición relativa respecto a la burbuja. Si el barco se encuentra lo suficientemente lejos de la burbuja, es seguro. Si está justo encima de la burbuja, también es seguro, ya que en el punto de estancamiento de la corriente el barco no es arrastrado hacia abajo. La posición de peligro es entre el punto de estancamiento de la burbuja y el borde del montículo en el que se forma la depresión sobre la superficie marina.

Los investigadores tenían la intención de averiguar si estas hipótesis podrían explicar el hundimiento de un barco descubierto cerca de un lugar conocido como “The Witch’s Hole” (‘La fosa de la bruja’), situado en el Mar del Norte (entre Gran Bretaña y la Europa continental).

En lo referente a la desaparición de aviones, National Geographic ya informó en un artículo de su edición de octubre “Strange But True,” (‘Increíble pero cierto’) que “el metano puede pasar al aire y hacer que la atmósfera se vuelva altamente turbulenta, provocando quizás que se estrelle el avión.”

Estructura de un bloque de hidrato de gas (clatrato de metano) incrustado en los sedimentos de un saliente de hidratos junto a las costas de Oregón, Estados Unidos. Estos hidratos de gas fueron descubiertos en las capas superiores de sedimentos marinos a una profundidad de unos 1.200 metros en el transcurso de una expedición científica llevada a cabo por el barco de investigación alemán FS SONNE en la zona de subducción cercana a las costas de Oregón. (Wusel007/ CC BY SA 3.0)

Estructura de un bloque de hidrato de gas (clatrato de metano) incrustado en los sedimentos de un saliente de hidratos junto a las costas de Oregón, Estados Unidos. Estos hidratos de gas fueron descubiertos en las capas superiores de sedimentos marinos a una profundidad de unos 1.200 metros en el transcurso de una expedición científica llevada a cabo por el barco de investigación alemán FS SONNE en la zona de subducción cercana a las costas de Oregón. (Wusel007/ CC BY SA 3.0)

No obstante, también es importante observar que no se tiene constancia de ningún caso probado de burbujas de gas que hayan ascendido a la superficie y hundido un barco situado en una posición desfavorable, como informa Atlas Obscura.

No obstante, la idea de que una liberación repentina de gas podría suponer un peligro potencial para los barcos, o incluso llegar a derribar aeronaves, no es nueva: May y Monaghan, el científico ruso Igor Yeltsov, y algunos otros también han planteado esta posibilidad en las últimas décadas. Aunque los científicos del CAGE no hayan propuesto esta conexión, otros sí han hecho referencia directamente a la relación de los hidratos de gas con las desapariciones del Triángulo de las Bermudas.

Tal y como Yeltsov, director adjunto del Instituto Trofimuk, afirmó en declaraciones al New Zealand Herald:

Según cierta hipótesis, el Triángulo de las Bermudas sería consecuencia de las reacciones de los hidratos de gas. Estos empiezan a descomponerse activamente al convertirse en gas el hielo de metano. Es algo que ocurre de forma similar a una avalancha, como una reacción nuclear, produciéndose enormes cantidades de gas. Esto haría que el océano se calentara y los barcos se hundieran en sus aguas, que contendrían altas proporciones de gas.

Yendo un poco más lejos, Benjamin Phrampus, investigador de Ciencias de la Tierra de la Universidad Metodista del Sur con sede en Dallas, declaró a Live Science en el 2014 que “Se sabe que los hidratos de gas se encuentran a lo largo de los márgenes continentales de la costa nordatlántica de los Estados Unidos, con una extensa concentración en Blake Ridge (zona norte del Triángulo de las Bermudas).”

Mapa de 1996 en el que se muestra la distribución confirmada o supuesta de las zonas cercanas a la costa con sedimentos ricos en hidratos de gas. (Public Domain)

Mapa de 1996 en el que se muestra la distribución confirmada o supuesta de las zonas cercanas a la costa con sedimentos ricos en hidratos de gas. (Public Domain)

El Triángulo de las Bermudas, también conocido como Triángulo del Diablo, es una región del océano Atlántico bordeada por Miami, las islas Bermudas y Puerto Rico. Abarca más de 500.000 millas cuadradas de océano. Esta legendaria región marina se hizo famosa como zona habitual de desapariciones inexplicables de barcos y aviones desde que fue bautizada con este nombre por Vincent H. Gaddis en un artículo escrito en el año 1964 y publicado en la revista estadounidense Argosy.

Mapa del Triángulo de las Bermudas. (Public Domain)

Mapa del Triángulo de las Bermudas. (Public Domain)

Pero Gaddis no fue el primero en informar acerca de extraños sucesos y desapariciones en esta región. George X. Sands escribió ya en 1952 en la revista Fate acerca de “un número excepcionalmente alto de extraños accidentes en esta región”

Y muchos años antes que él, como podemos leer en la web de History, el famoso explorador Cristóbal Colón ya observó extraños sucesos al navegar por esta región:

Cuando Cristóbal Colón navegó por esta región en su primer viaje al Nuevo Mundo, informó sobre una gran llamarada (probablemente un meteorito) que se estrelló una noche contra la superficie marina, y de una extraña luz que se observó en la distancia algunas semanas más tarde. También escribió acerca de lecturas de brújula erráticas, quizás porque en aquella época cierta zona del Triángulo de las Bermudas era uno de los pocos lugares del mundo en los que el norte verdadero y el magnético se alineaban.

Numerosas  desapariciones misteriosas se han vinculado con el Triángulo de las Bermudas. Algunos ejemplos de ellas son los navíos de la Marina de los Estados Unidos que se desvanecieron inexplicablemente junto con su cargamento y tripulaciones en los años 1918 y 1941. No se tiene noticia de que enviaran señales de socorro de ningún tipo, y desaparecieron en algún punto de la ruta que une Barbados con Chesapeake Bay.

En cuanto a los aviones, la famosa historia del ‘vuelo 19’ es una de las mejor conocidas. History informa acerca de esta extraña desaparición:

En diciembre de 1945, cinco bombarderos de la marina que transportaban a catorce hombres despegaron del aeródromo de Fort Lauerdale, Florida, a fin de llevar a cabo prácticas de bombardeo sobre unos bajíos cercanos. Pero al averiarse aparentemente sus brújulas, el líder de la expedición, conocida como ‘vuelo 19’, se extravió sin remedio. Los cinco aviones volaron sin rumbo fijo hasta quedarse sin combustible y verse obligados a realizar un amaraje de emergencia. Ese mismo día desapareció también un avión de rescate con su tripulación de trece hombres. Tras una búsqueda exhaustiva que duró varias semanas y fracasó en su intento de hallar alguna evidencia, el informe oficial de la Marina de los Estados Unidos declaró que era “como si hubiesen volado hasta Marte.

TBF (Avengers) volando en formación sobre Norfolk, Virginia. Septiembre de 1942 (Public Domain)

TBF (Avengers) volando en formación sobre Norfolk, Virginia. Septiembre de 1942 (Public Domain)

Se han propuesto muchas teorías que han intentado explicar los extraños sucesos que parecen tan frecuentes en el Triángulo de las Bermudas. Algunas de las hipótesis alternativas son: alienígenas, la Atlántida, monstruos marinos, viajes en el tiempo y campos de gravedad inversa.

Otros investigadores han sugerido anomalías magnéticas, trombas marinas, o gigantescas explosiones de gas metano procedentes del lecho oceánico.

A pesar del carácter anormal de las desapariciones, la región no está reconocida oficialmente por la Marina de los Estados Unidos, y la Oficina de Denominaciones Geográficas de los Estados Unidos no la identifica ni la admite en su lista. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica afirma que “La Marina y la Guardia Costera de los Estados Unidos sostienen que no existe ninguna explicación paranormal para los accidentes que tienen lugar en el mar. Su experiencia sugiere que las fuerzas combinadas de la naturaleza y la falibilidad humana superan incluso a la más increíble ciencia ficción.”

El USS Cyclops (uno de los navíos supuestamente desaparecidos en el Triángulo de las Bermudas), en una fotografía tomada en 1911. (USN Photo)

El USS Cyclops (uno de los navíos supuestamente desaparecidos en el Triángulo de las Bermudas), en una fotografía tomada en 1911. (USN Photo)

Desde la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica se afirma que:

El océano siempre ha sido un lugar misterioso para los humanos, y cuando aparecen el mal tiempo o las dotes de navegación no son las mejores, puede resultar realmente mortal. Esto es cierto en todo el mundo. No existen pruebas de que se hayan dado misteriosas desapariciones en el Triángulo de las Bermudas con mayor frecuencia que en ninguna otra región extensa y habitualmente transitada del océano.

Los marineros del USNS Comfort fotografiaron este bote salvavidas en aguas del Atlántico cercanas a las Bermudas en el transcurso de una misión de búsqueda y salvamento. (U.S. Navy Journalist 2nd Class J. Maurer)

Los marineros del USNS Comfort fotografiaron este bote salvavidas en aguas del Atlántico cercanas a las Bermudas en el transcurso de una misión de búsqueda y salvamento.  (U.S. Navy Journalist 2nd Class J. Maurer)

Se publicará más información acerca de la investigación de los científicos noruegos sobre los cráteres de gas del Mar de Barents en el próximo mes de abril, durante la reunión anual de la European Geosciences Union (‘Unión Europea de Ciencias de la Tierra’).

Imagen de portada: Petrolero hundiéndose: el AMOCO CADIZ varado y vertiendo petróleo al mar. Bretaña, Francia. Fotografía: Public Domain

Autor: Alicia McDermott

Alicia McDermott

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