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Portada-Fotografía nocturna de la fachada del Templo de Nefertari, Abu Simbel, Egipto. (Ángel Aroca Escámez/CC BY-SA 3.0)

Egipto celebra medio siglo de rescate de los templos de Abu Simbel

Los templos de Abu Simbel, que estaban a punto de desaparecer definitivamente de la faz de la tierra al anegarse el lago Nasser por la construcción de la presa de Asuán, la mayor central hidroeléctrica africana de la época, debieron ser rescatados en una operación inédita -y hasta considerada imposible- hace cincuenta años: ahora Egipto celebra haberlo logrado.

Entre febrero y marzo del año 1966, con las aguas del lago aproximándose mucho a los templos de Abu Simbel, construidos hace unos 3.000 años sobre un acantilado rocoso de más de 60 metros de alto y catalogados como el mayor tesoro de Nubia, se logró finalmente poner a salvo a estos templos.

 

 

Capilla lateral en el interior del Templo de Ramsés II, Abu Simbel, Egipto. (Przemyslaw "Blueshade" Idzkiewicz/CC BY-SA 2.0)

Capilla lateral en el interior del Templo de Ramsés II, Abu Simbel, Egipto. (Przemyslaw "Blueshade" Idzkiewicz/CC BY-SA 2.0)

Detrás de tan gigantesca odisea de ingeniería, se encontraba no sólo Egipto, sino la UNESCO, simbolizando el interés de la humanidad por no perder un enclave único, donde existían además otra veintena de templos que debieron ser rescatados hasta donde les fue posible en la que aún hoy continúa siendo considerada como la mayor operación de salvamento arqueológico de todos los tiempos.

Una legión de arqueólogos al rescate

La mega-operación desplazó de sus lugares no sólo a Abu Simbel, sino a otra veintena de templos y santuarios.

Fachada del Templo de Ramsés II en Abu Simbel con sus cuatro colosos custodiándolo. (Public Domain)

Fachada del Templo de Ramsés II en Abu Simbel con sus cuatro colosos custodiándolo. (Public Domain)

La región comprendida entre Asuán, en Egipto y la catarata de Dal en Sudán, fue escenario de la mayor campaña de excavaciones de la historia, con arqueólogos, ingenieros, técnicos y voluntarios de todo tipo de disciplinas procedentes de Polonia, Italia, Checoslovaquia, Unión Soviética, Austria, Francia, Alemania, España, Estados Unidos, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Gran Bretaña, Suiza y Finlandia. Todos ellos trabajando conjuntamente, tras la mayor cantidad de egipcios nunca antes reunida en un esfuerzo tal desde la época de las mismas pirámides de Guiza.

El centro de la operación fue sin embargo Abu Simbel, descubierto 240 años atrás por el suizo Jean Louis Burckhardt y el italiano Giovanni Battista Belzoni, a 290 kilómetros de Asuán: un monumento sin parangón esculpido en la roca.

Maqueta a escala que muestra la ubicación original y la actual del Templo de Abu Simbel (con respecto al nivel del agua). Museo de Nubia, Asuán, Egipto. (Public Domain)

Maqueta a escala que muestra la ubicación original y la actual del Templo de Abu Simbel (con respecto al nivel del agua). Museo de Nubia, Asuán, Egipto. (Public Domain)

Después de toda suerte de proyectos, el gobierno cairota aceptó la propuesta de la firma de ingenieros suecos Vattenbyggnadsbyran: de este modo, el gran templo de Ramsés II y el de su esposa Nefertari fueron cortados y convertidos en piezas cúbicas, similares a las de un gigantesco rompecabezas y elevados hasta la cima de la meseta, justo por encima de la cota máxima que alcanzarían las aguas del embalse.

48 países se hicieron cargo del presupuesto, siendo Egipto el encargado de abonar la mitad de los gastos totales: 41,7 millones de dólares, una inversión que para aquella época resultaba casi tan descomunal como la misma obra realizada.

El gran templo de Ramsés II y el de su esposa Nefertari fueron cortados y convertidos en piezas cúbicas, similares a las de un gigantesco rompecabezas y elevados hasta la cima de la meseta, justo por encima de la cota máxima que alcanzarían las aguas del embalse. (Public Domain)

El gran templo de Ramsés II y el de su esposa Nefertari fueron cortados y convertidos en piezas cúbicas, similares a las de un gigantesco rompecabezas y elevados hasta la cima de la meseta, justo por encima de la cota máxima que alcanzarían las aguas del embalse. (Public Domain)

Imagen de portada: Fotografía nocturna de la fachada del Templo de Nefertari, Abu Simbel, Egipto. (Ángel Aroca Escámez/CC BY-SA 3.0)

Este artículo fue publicado originalmente en La Red 21 y a continuación en La Gran Época , y ha sido publicado de nuevo con permiso en www.ancient-origins.es.

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