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Portada - Famosa escena de la mitología irlandesa. ‘Ossian a orillas del Lora’ ( Wikimedia Commons )

El cortejo de Étaín: relato de amor, desamor y celos

Étaín, una joven de inmensa belleza física y espiritual, es un personaje de la mitología irlandesa con una vida y una historia extraordinarias. Hija primero del rey Ailill de los Ulaid, más tarde del jefe tribal Etar y futura esposa tanto de Midir de las colinas de los elfos como del mortal Eochaid Feidlech, a menudo es descrita en la literatura, particularmente en el texto en Irlandés Medio Togail Bruidna Da Derga, como una mujer de resplandecientes cabellos ondulados de un ardiente dorado, piel blanca como la nieve y mejillas de un rojo encendido como el de las amapolas. Sus ojos son de un azul vibrante, como de otro mundo, y sus formas sensuales ondulantes como la espuma del mar. Es, de manera bastante literal, el tipo de belleza al que toda mujer irlandesa aspira en sus sueños. A causa de esta belleza se encuentra en un terrible dilema—amada por dos hombres separados por un abismo de mil años. La cronología del relato de Étaín es como sigue: da comienzo mientras transcurre su vida con Midir en el mundo mágico de los Tuatha de Dannan (“tribus de la Diosa Danu”) y finaliza tras haber nacido por segunda vez, en su vida mortal con Eochaid.

Uno de los Tuatha de Dannan, el rubio guerrero Midir vivía entre los sídhe de Irlanda, la raza de hadas y elementales que construyeron sus hogares bajo las colinas de la tierra. Se casó primero con una mujer llamada Fúamnach, pero muy pronto quedó prendado de la bella Étaín, a quien decidió tomar como segunda esposa. Con la ayuda de su hijo adoptivo, Oengus—que le debía una fuerte compensación por haberse quedado Midir ciego a causa del acebo durante una visita que éste le hizo—Midir se casa con Étaín con el permiso del padre de ésta.

 

 

El guerrero Midir vivía entre los sidhe, la raza de hadas que habitaba Irlanda. “Hadas”, por Francis Danby, 1840 (Wikimedia Commons)

El guerrero Midir vivía entre los sidhe, la raza de hadas que habitaba Irlanda. “Hadas”, por Francis Danby, 1840 (Wikimedia Commons)

Étaín se convirtió rápidamente en la favorita de Midir, y, como mujer celosa y despechada, Fúamnach hizo todo lo que estuvo en su poder para alejar a su marido de la mortal Étaín, en este momento hija de Ailill de los Ulaid. Fúamnach lanzó numerosos hechizos sobre la mortal, que nada sospechaba en un principio, transformándola primero en un estanque con agua, después en gusano y finalmente en mariposa. Como mariposa, sin embargo, Étaín continúa junto a su marido, que la ama con ternura, aun sin tener idea de que esta criatura es su segunda esposa bajo una nueva forma. No obstante, se lleva a la mariposa consigo dondequiera que va y muy pronto pierde todo interés por las mujeres. Aún más furiosa, Fúamnach obliga a Étaín a alejarse de Midir provocando un viento que la aleja de él durante siete años.

 Estatua de Midir y Etain en Ardagh, Irlanda (Dan Finnan / Flickr)

Estatua de Midir y Etain en Ardagh, Irlanda (Dan Finnan / Flickr)

Por desgracia, el mundo de los Tuatha de Danann estaba contaminado por la presencia de otros parientes y la mariposa Étaín acaba en compañía de Oengus, en algunas variantes Aengus, el hijo adoptivo de Midir. Aunque Oengus la reconoce como la esposa de Midir, no la lleva ante él, sino que le construye una casita de madera con una pequeña ventana por la cual ella puede entrar y salir siempre que lo desee, y lo suficientemente ligera como para poder llevársela consigo de viaje. Pero cuando las noticias de cómo Oengus cuida de Étaín llegan hasta Fúamnach, ésta provoca otro viento que la alejará siete años más, obligándola esta vez a posarse en el cáliz de la esposa de Etar, el jefe tribal del Ulster. La reina de Etar, inadvertidamente se traga la mariposa al beberse su vino y queda así embarazada, dando a luz como es bien sabido a Étaín por segunda vez, más de mil años después de su primer nacimiento.

Pintura de la época victoriana representando a Oengus / Aengus (Wikimedia Commons)

Pintura de la época victoriana representando a Oengus / Aengus (Wikimedia Commons)

A medida que Étaín crece en su nueva vida, no conserva recuerdo alguno de su pasado, y se casa con Eochaid Airem, Rey de Reyes de Irlanda. Curiosamente, el hermano del Rey también se enamora de ella, consumiéndose por dentro a causa de este amor no correspondido. Es solo porque Étaín prometió a su marido hacer todo lo que estuviera en su poder para curar a su hermano, también llamado Ailill, que Étaín accede finalmente a dormir con él con la esperanza de curar su mal. Irónicamente, Ailill se pierde el encuentro debido a un hechizo de sueño lanzado sobre él por Midir, quien, a decir verdad, intenta usar el atractivo físico de aquél para que Étaín pase la noche con él y recuerde su vida anterior. Sin embargo ella es demasiado lista como para dejarse engañar por su antiguo marido sidhe y en su interior siente que algo no es lo que parece. Hasta en tres ocasiones rechaza dormir con “Ailill”, hasta que Midir se revela finalmente como el hombre con quien ella se estaba viendo. Le habla del tiempo que pasaron juntos en su vida anterior, pero ella se niega a abandonar a su nuevo esposo Eochaid y aquella vida que había llegado a amar. De todos modos, ella le confiesa que si Eochaid le da permiso para marcharse con Midir, no pondrá objeción alguna.

En un intento de recuperar a su esposa en esta nueva vida, Midir se muestra a Eochaid bajo forma humana en numerosas ocasiones, ofreciéndole toda suerte de riquezas y tesoros en un esfuerzo por persuadirle. Eochaid, sabedor de lo que Midir desea realmente, encarga al sidhe una serie de tareas que Midir completa con éxito, una tras otra, después de lo cual Midir desafía a Eochaid una última vez, ganando de nuevo y reclamando un beso de Étaín como premio. Sin embargo, en lugar de limitarse a tomar aquello que Eochaid le había concedido, Midir abraza a Étaín de tal manera que ella recuerda la antigua vida que pasaron juntos y le permite llevársela consigo a su colina bajo tierra Brí Léith, que se cree es el monte Ardagh en el condado de Longford.

Dependiendo de los textos, el cuento acaba aquí, con Midir y Étaín viviendo felices por siempre y Eochaid pasando el resto de su vida abatido y angustiado, cavando en toda colina con que se encuentra (habitada por hadas o no) en un intento desesperado por recuperar a su esposa perdida. La versión más antigua de la historia, Tochmarc Étaíne, continúa después del momento en que Midir escapa, y nos habla de cómo Midir vuelve a Eochaid y le plantea un nuevo desafío como última oportunidad para recuperar a Étaín. De entre cincuenta Étaíns idénticas, Eochaid debe elegir aquella que él desposó, garantizándole Midir su vuelta en caso de que acierte. Pero la mujer que Eochaid escoge es su propia hija, a la que deja embarazada sin saberlo antes de conocer la verdad. En ambas versiones Eochaid sufre un duro revés y una gran pérdida, y jamás vuelve a reunirse con su esposa.

Uno de los rasgos más curiosos del relato de Étain es que no da comienzo con la historia de su primer nacimiento. En lugar de eso, empieza con el primer encuentro de su personaje con su segundo marido, Eochaid. Se suele hacer notar que la primera vez que la ve Eochaid, el Rey de Reyes, ella se está dando un baño ritual, utilizando una jofaina de plata sobre un pozo. Pudiendo haber sido descrita como un hada o ninfa en la mitología griega, Étaín es sorprendida en el momento en que se estaba lavando sus largos cabellos, de un ardiente color dorado, peinándolos después con un precioso peine de plata, acompañada de cincuenta doncellas. Poco después de observar el Rey de Reyes esta íntima escena, Étaín es cortejada por él, se casan y la vida de Eochaid se trastorna por completo de manera dramática.

Así pues, “El cortejo de Étaín" trata tanto del anhelo de Midir y Eochaid por recuperar a su amada como de los celos de Fúamnach. Aun siendo Étain la figura principal del relato, la historia gira en gran medida en torno a las reacciones del resto de personajes a su presencia (o ausencia) y a su deseo de no separarse jamás de ella. De alguna manera, la historia de Étain no es muy diferente del mito griego de Helena de Troya, la mujer cuya belleza y consecuente rapto encendieron la mecha de una larga y cruenta guerra entre Grecia y Troya. A causa del marcado énfasis que el relato pone en las emociones, “El Cortejo de Étaín” continua siendo a día de hoy uno de los clásicos de la mitología y literatura irlandesas

Imagen de portada: Famosa escena de la mitología irlandesa. ‘Ossian a orillas del Lora’ (Wikimedia Commons)

Autor Ryan Stone

Referencias

Bartlett, Sarah. The Mythology Bible (Sterling: New York, 2009.)

Castleden, Rodney. The Element Encyclopedia of the Celts (HarperCollins: United Kingdom, 2012.)

Gantz, Jeffrey. Early Irish Myths and Sagas (Penguin Classics: London, 1981.)

Green, M. Gods of the Celts (Sutton Publishing Limited: United Kingdom, 1986.)

Bergin, O. and R.I. Best. Tochmarc Étaíne. 2010.

https://www.ucc.ie/celt/online/G300012.html

Imagen de Ryan Stone

Ryan Stone

 Ryan StoneEs una recién graduada en la Christopher Newport University, con una licenciatura en Estudios Clásicos e Historia del Arte, y en Estudios menores en Edad Medieval y Renacimiento. Sigue Arqueología Celtica y Vikinga en la Universidad de Glasgow y... Lee mas
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