X

We value your privacy

We and our partners use technology such as cookies on our site to personalise content and ads, provide social media features, and analyse our traffic. Click below to consent to the use of this technology across the web. You can change your mind and change your consent choices at anytime by returning to this site.

Ancient Origins España y Latinoamérica

La sorprendente y generalizada alfabetización del antiguo reino de Judá

Tras la muerte del célebre rey Salomón y la ulterior caída de Jerusalén en el año 586 a.C., la compleja unidad territorial y política del reino de Israel se partió en dos, creándose los reinos de Israel al norte y Judá al Sur. Establecido en Judea, el Reino de Judá suele también ser conocido como Reino del Sur, para distinguirlo así del Reino de Israel (o Reino del Norte) que comprendía Samaria y Galilea. Durante el siglo VII a. C., Jerusalén se convirtió en la capital del Reino de Judá, en medio de un gran auge de población y de poder.

La fuente principal para el estudio histórico de dichos reinos es la Biblia hebrea, especialmente los libros históricos de Reyes y Crónicas. Sin embargo, aunque los expertos están de acuerdo en que los textos bíblicos esenciales fueron escritos a partir del siglo VII antes de Cristo, no es menos cierto que siempre han mantenido discrepancias sobre qué parte de la biblia hebrea fue escrita antes de la destrucción y caída de Jerusalén.

Ahora, según informaciones publicadas en Noticias de la Ciencia, un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv, Israel, sugiere que la alfabetización de la época estaba mucho más generalizada de lo que se pensaba hasta ahora, y proporciona diversas evidencias de esta alfabetización en la época final del Reino de Judá.

La fuente principal para el estudio histórico del reino de Judá es la biblia hebrea. En la imagen, biblia hebrea con targum en arameo, presentando el texto del Libro del Éxodo (12,25-31) en caracteres hebreos. Manuscrito del siglo XI perteneciente a la Colección Schøyen. (Public Domain)

Alto nivel de alfabetización

Mediante la utilización de vanguardistas herramientas de aprendizaje automático y de procesamiento informático de imágenes, el equipo liderado por Israel Finkelstein, analizó 16 inscripciones desenterradas en una excavación realizada en las ruinas de la fortaleza de Arad, datada en la Edad del Hierro y ubicada en el árido sur de Judá. Las conclusiones les llevaron a deducir que los textos estudiados fueron escritos por, al menos, seis autores distintos.

Además, el contenido de estas inscripciones, que son instrucciones para los movimientos de las tropas y el registro de los gastos para la comida, ha revelado que existía la capacidad de escribir y leer a lo largo de toda la cadena de mando militar. Asimismo, el tono y la naturaleza de las órdenes recuperadas excluyen la posibilidad de una eventual intervención de escribas profesionales a la hora de transcribirlas.

Según los científicos, considerando el carácter remoto de Arad, el pequeño cuartel instalado allí y el estrecho período de tiempo que abarcan las inscripciones, este hallazgo indicaría un alto nivel de alfabetización no sólo dentro del aparato administrativo de Judá, sino también en el militar y sacerdotal. Así, quedaría probada una alfabetización más extendida de lo que se creía y que habría requerido de la existencia de una robusta infraestructura educativa: la habilidad de leer y escribir no se limitaba, por tanto, a una elitista minoría en el reino de Judá.

Inscripciones encontradas durante las excavaciones realizadas en la fortaleza de la Edad del Hierro de Arad, en el sur del antiguo reino de Judá. Estos documentos, escritos con tinta sobre arcilla, están fechados alrededor del año 600 a. C. (Fotografía: Noticias de la Ciencia/Michael Cordonsky (fotógrafo)/Universidad de Tel Aviv/Autoridad de Antigüedades de Israel).

Imagen de portada: Fotografía de la inscripción de Siloam que conmemora la construcción de un túnel por el rey Ezequías (siglo VII a. C.) para llevar agua de la fuente de Gihón a la piscina de Siloam en Sion, núcleo de la antigua Jerusalén. Museo Arqueológico de Estambul, Turquía. (deror avi/Public Domain)

Autor: Mariló T. A.