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Ancient Origins España y Latinoamérica

Guerrero serpiente maya esculpido desenterrado en Chichén Itzá

Los arqueólogos que excavaban en Chichén Itzá en México estaban retirando el vertedero del Complejo Casa Colorada cuando hicieron su notable descubrimiento. Este guerrero esculpido no solo lleva un tocado de plumas, sino que también está representado con un casco de serpiente.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha anunciado los hallazgos de recientes excavaciones en Chichanchob, también conocido como Complejo Casa Colorada, este sitio está ubicado cerca del antiguo observatorio El Caracol, en el complejo de Chichén Itzá, en el Estado de Yucatán, México.

Dentro de esta plataforma y templo rectangular, diseñado en estilo Puuc, una cámara está adornada con jeroglíficos intrincadamente tallados que representan el linaje de los gobernantes de Chichén Itzá, y también la historia de los gobernantes del cercano Ek Balam. Los jeroglíficos interiores del templo muestran la fecha 869 d.C., y Diego Prieto Hernández, del INAH, anunció recientemente el fascinante descubrimiento de “una cabeza esculpida” que representa a un guerrero maya con un tocado de plumas y un casco de serpiente.

Casa Colorada, Chichén Itzá, México. Fuente: Wangkun Jia / Adobe Stock.

Un guerrero maya dentro de una serpiente

Chichén Itzá saltó a la fama en Yucatán, México, durante los períodos Clásico Tardío y Clásico Terminal temprano, y en su apogeo este antiguo centro de poder abarcaba alrededor de 10,36 kilómetros cuadrados [4 millas cuadradas]. Este centro comercial era tan vasto que en su apogeo albergaba una población de hasta 35.000 residentes.

Datada del período Clásico Tardío, el raro artefacto esculpido fue descubierto durante las excavaciones del Programa de Mejoramiento de Áreas Arqueológicas (Promeza), en el “Templo 6 de Maudslay”, que forma parte del complejo Casa Colorada de Chichén Itzá. La cabeza esculpida del guerrero maya mide aproximadamente 33 centímetros (13 pulgadas) de alto por 28 centímetros (11 pulgadas) de ancho. Según los arqueólogos del INAH, “el casco de serpiente”, que rodea el rostro esculpido del guerrero, está representado con las mandíbulas bien abiertas y también lleva un tocado de plumas.

Cabeza esculpida de guerrero serpiente maya. Crédito: INAH

Boca de serpiente en el pozo de Itzá

Chichén Itzá significa “En la desembocadura del pozo de los Itzá”, nombre que hace referencia al gran cenote alrededor del cual se construyó la ciudad. Los tres complejos más reconocidos de Chichén Itzá son la Gran Plataforma Norte, que incluye el Templo de Kukulcán (El Castillo), Templo de los Guerreros y el Gran Juego de Pelota; el Grupo Osario, con la pirámide del mismo nombre, y el Grupo Central.

En la cultura maya, los guerreros serpiente participaban en ceremonias religiosas y se adornaban con atuendos con temática de serpientes. Estos guerreros desempeñaron un papel vital en los rituales asociados con la fertilidad y la lluvia, actuando como intermediarios entre los reinos terrenal y sobrenatural. Los intrincados trajes, incluidos los sombreros, reflejaban la artesanía maya y las profundas conexiones que forjaron entre la naturaleza y la espiritualidad.

Descifrando el simbolismo de la serpiente

La creación de tocados de serpientes y jaguares era una práctica artesanal hábil y los secretos comerciales se transmitían de generación en generación. Cada tocado era una obra de arte única, que mostraba la artesanía y la destreza artística de los mayas, y los diseños elaborados, con plumas vibrantes, hablan de la importancia espiritual y ceremonial asociada con las serpientes.

En la cultura maya, el simbolismo de la serpiente tenía un profundo significado y representaba varios conceptos interconectados como la renovación, la transformación y la energía cósmica. La serpiente, representada a menudo en el arte y la iconografía religiosa, era un potente símbolo de los ciclos de vida y la naturaleza cíclica de la existencia. En la cosmología maya, el cambio de piel de una serpiente se convirtió en una metáfora del renacimiento y la regeneración, alineándose con los ciclos agrícolas y la renovación de la naturaleza.

Talla en relieve maya que representa a un guerrero rodeado de serpientes, Chichén Itzá, México. Fuente: frenta / Adobe Stock.

Además de sus connotaciones positivas, las serpientes en el simbolismo maya también representaban el inframundo y el reino sobrenatural. Además, las serpientes estaban asociadas con deidades relacionadas con el agua, la fertilidad y la lluvia, ya que los mayas creían que las deidades serpientes desempeñaban un papel crucial en el sustento de la vida y asegurar la abundancia agrícola. Si bien nunca se sabrá con certeza, hay muchas posibilidades de que esta serpiente emplumada represente a "Kukulcán", una prominente deidad maya que simboliza la sabiduría, el conocimiento y las dualidades de la creación y la destrucción.

Imagen de portada: Cabeza esculpida de un guerrero serpiente maya. Crédito: INAH

Autor Ashley Cowie