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Ancient Origins España y Latinoamérica

Descubierto en Atenas un antiguo santuario dedicado a los dioses gemelos Apolo y Artemisa

Se ha descubierto un antiguo pozo en el barrio de Kerameikos, en el centro de Atenas, capital de Grecia, con inscripciones invocando a Apolo, el dios griego de la profecía. Los arqueólogos han planteado la posibilidad de que los adivinos de Kerameikos utilizaran este pozo para intentar predecir el futuro por medio de rituales de hidromancia.

Hasta ahora no teníamos noticia de ningún lugar de Atenas en el que se invocara a Apolo para adivinar el futuro. En este caso, consultando las aguas para comprobar si el dios dejaba en ellas algún mensaje o visión. (“Hidro” significa agua y “mancia” adivinación o profecía). Desde el equipo arqueológico del Instituto Arqueológico de Alemania que se encuentra trabajando en el yacimiento, se ha comentado que este oráculo (santuario consagrado al culto y la consulta de una deidad profética), estaba en uso a principios de la época romana.

“El hallazgo es excepcionalmente significativo, ya que identifica este emplazamiento como el primer y único lugar de Atenas en el que se practicaba la adivinación por mediación de Apolo, lo que confirma el culto de este antiguo dios junto con el de su hermana Artemisa en Atenas, y corrige además la vaga interpretación que realizó K. Mylonas a finales del siglo XIX cuando identificó este yacimiento como un santuario dedicado a una tercera diosa, Hécate,” leemos en la web de Archaeology News Network.

Sobre el muro del pozo está escrita la frase: ΕΛΘΕ ΜΟΙ Ω ΠΑΙΑΝ ΦΕΡΩΝ ΤΟ ΜΑΝΤΕΙΟΝ ΑΛΗΘΕC, que traducida de forma libre viene a significar ‘Muéstrame las verdaderas profecías del futuro, Apolo’. Hay más de 20 inscripciones en los muros con la misma frase, lo que revela que este era el único oráculo de Apolo en Atenas y que en él se le rendía culto, así como a Artemisa, diosa de la caza, los animales salvajes, los nacimientos y las doncellas.

Apolo y Artemisa en una copa del 470 a. C. aproximadamente. Apolo, que era el Arquero, se encuentra a la izquierda. En este caso es Artemisa, la cazadora, quien empuña un arco. (Wikimedia Commons)

Kerameikos fue también un asentamiento de alfareros y un lugar de enterramiento desde el 2700 a. C. El descubrimiento de este pozo y al parecer santuario de la era romana consagrado a Apolo y Artemisa arroja nueva luz sobre la importancia de este barrio de Atenas en la antigüedad.

El culto conjunto del dios y la diosa en el mismo lugar parece apuntar a un tipo de complementariedad similar a los conceptos de yin y yang: Apolo, famoso por perseguir a ninfas, era adorado como protector de los rebaños y el ganado y patrón de la fundación de colonias y ciudades. Por su parte, Artemisa, protectora de las doncellas, parecía evocar a alguna diosa de la caza y la naturaleza originaria de una época más antigua.

Estela funeraria del siglo V a. C. procedente del cementerio de Kerameikos con grifos y otras figuras (Foto: Marsyas/Wikimedia Commons)

El libro La Diosa Interior cita la obra Historia de la Religión Griega: “Artemisa era la diosa más popular de Grecia, pero la Artemisa de las creencias populares era bastante diferente de la orgullosa virgen mitológica y hermana de Apolo. Artemisa es la diosa de la Naturaleza salvaje, que se pasea por los bosques, arboledas y exuberantes prados. Un motivo predilecto del arte arcaico es la figura llamada en un principio ‘Artemisa Persa,’ y más adelante ‘Señora de los Animales,’ (Potnia Theron, en griego), una mujer capaz de someter a bestias y aves de diferentes especies.”

Aunque el de Kerameikos es por ahora el único oráculo conocido del dios Apolo en Atenas, tenía otros, siendo el más famoso de ellos el de Delfos en la cima del monte Parnaso, en cuyas grutas dio muerte a la Pitón convirtiéndose en protector del lugar, considerado mágico desde tiempos muy remotos.

En Delfos, las Pitias o Pitonisas, adivinas y sacerdotisas de Apolo que solían ser jóvenes vírgenes en el momento de su nombramiento, de carácter vitalicio, llegando a ancianas muchas de ellas, repetían los oráculos o profecías que Apolo les revelaba. Este oráculo era de un tipo diferente al de Kerameikos, que se manifestaba a través del agua.

“Sacerdotisa de Delfos”, obra de John Collier (Wikimedia Comons)

En la Enciclopedia de los Hechos Registrados de los Mitos y Leyendas del Mundo podemos leer que Apolo era llamado en ocasiones Loxias, término que significa torcido o ambiguo, porque sus profecías eran difíciles de entender. No obstante, Plutarco parece contradecir esta afirmación en su obra Moralia:

‘Las sacerdotisas proféticas son poseídas [por el dios] cada una de ellas según sus facultades naturales. (…) De hecho, su voz no es la de un dios, ni su forma de expresarse, ni su dicción, ni su métrica, sino que todas estas cualidades son en cualquier caso las de la propia mujer; Él [Apolo] pone en su mente sólo las visiones, y crea una luz en su alma que ilumina el futuro; para su inspiración solo esto es preciso.’

En un artículo de la web de la Sociedad Teosófica titulado “El Oráculo de Delfos”, Eloise Hart escribe que no era lo más habitual que los oráculos fueran claros y directos. También podemos encontrar otras webs que hacen recuento de algunas de las profecías que sabemos que se hicieron realidad, aunque el hombre moderno podría preguntarse si no se habrán atribuido hechos históricos ya comprobados al oráculo previo de una Pitonisa. El mandato Délfico “Conócete a Ti Mismo” estaba grabado sobre el dintel del templo de Apolo en Delfos. ¿Quizás una advertencia de las Pitonisas?

La Hidromancia, al contrario que el oráculo de la serpiente, consistía en la lectura de los movimientos, flujos y corrientes del agua, así como en la interpretación de las visiones que el adivino o adivina pudiera vislumbrar en su superficie. De manera similar, cuando los actuales videntes miran en el interior de su bola de cristal pueden ser testigos de visiones, presencias fantasmales o sucesos futuros.

Imagen de portada: Esta es la boca del pozo en el que los arqueólogos creen que los Atenienses invocaban a Apolo para adivinar su futuro en el agua. (Foto: Ministerio Griego de Cultura)

Autor: Mark Miller

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.