X

We value your privacy

We and our partners use technology such as cookies on our site to personalise content and ads, provide social media features, and analyse our traffic. Click below to consent to the use of this technology across the web. You can change your mind and change your consent choices at anytime by returning to this site.

Ancient Origins España y Latinoamérica

Senderistas descubren petroglifos precolombinos en la isla caribeña de Montserrat

Por primera vez en la historia se han descubierto en la isla de Montserrat antiguos grabados rupestres de un tipo observado con anterioridad en el norte de Sudamérica y algunas zonas del Caribe. El pasado mes de enero, senderistas nativos se toparon con estos petroglifos, probablemente realizados por pueblos indígenas hace más de mil años. El Montserrat National Trust no anunció el descubrimiento hasta la semana pasada, a fin de conceder a los expertos tiempo suficiente para confirmar su autenticidad. Los arqueólogos creen que estos grabados pueden aportar información sobre las vidas de los nativos de esta isla de las Pequeñas Antillas antes de la llegada de los colonos europeos.

“Tenemos piezas amerindias en la isla, pero no habíamos visto petroglifos,” ha declarado a ‘The Guardian’ Sarita Francis, directora del Montserrat National Trust. “Hasta donde nosotros sabemos, son los primeros descubiertos aquí.”

Se ha datado la antigüedad de los petroglifos entre 1.000 y 1.500 años, en palabras de Francis, aunque el artículo de The Guardian no nos dice cómo se llegó a esa conclusión preliminar. La datación mediante carbono-14 ofrecerá un marco temporal más preciso de la creación de estos grabados rupestres.

Los grabados representan diseños geométricos y la figura de cierto tipo de criatura. Los senderistas que los encontraron, Shirley Osborne y Barzey, los vieron trazados sobre una gran roca musgosa e informaron del hallazgo de esta antigua obra de arte a las autoridades.

Uno de los grabados parece representar la figura de cierto tipo de criatura. Fotografía: Ravo R

En un comunicado publicado en la página web del Montserrat National Trust se explica que “Aunque hasta ahora ya se habían encontrado [petroglifos] en numerosas islas del Caribe, no había sido así ni en Montserrat ni en Antigua. Se trata de un nuevo y apasionante hallazgo realizado en Montserrat.”

Según algunos, los petroglifos de Montserrat se asemejan a los grabados hallados en la cercana isla de St. Kitts (San Cristóbal). El antropólogo de la Universidad de Virginia George Mentore ha comentado en The Guardian que se conocen petroglifos similares cercanos al río Amazonas, en el norte de Sudamérica, donde aún habitan pueblos que hablan arahuaco y caribe. Según Mentore, otros antiguos pueblos indígenas grabaron petroglifos y dejaron asimismo otros vestigios de su presencia al norte de la isla de Montserrat en Puerto Rico, la Española y Cuba.

Algunos de los petroglifos presentan formas geométricas. Fotografía: Ravo R

El archipiélago de las Pequeñas Antillas fue ocupado por primera vez por el ser humano en torno al 3000 a. C., según los expertos. Más tarde, el pueblo arahuaco colonizó la isla, siendo expulsado a finales del siglo XV por los caribes. Cuando Cristóbal Colón avistó la isla y la bautizó con el nombre de un monasterio español en el año 1493, se encontraba deshabitada, según la Enciclopedia Británica.

En la actualidad, la población de la isla está formada principalmente por gente de ascendencia irlandesa y africana. Montserrat forma parte de los Territorios Británicos de Ultramar. Sus dimensiones son aproximadamente de 16 por 11 kilómetros. Fue ocupada por los británicos en el año 1632.

Situación geográfica de la isla de Montserrat, una de las Pequeñas Antillas (Public Domain)

La historia de la isla tras la llegada de los europeos estuvo plagada de conflictos con los nativos, ya que colonos ingleses, franceses e irlandeses lucharon por el dominio de este territorio. Los irlandeses colonizaron la isla en el año 1632 tras haber sido enviados por el gobernador británico de St. Kitts (San Cristóbal), Thomas Warner. Más tarde llegaron más irlandeses procedentes de Virginia y cultivaron plantaciones de tabaco, índigo, azúcar y algodón.

Los indios caribe y las tropas francesas atacaban repetidamente a los colonos irlandeses. Francia conquistó Montserrat en el año 1664, y tres años más tarde en el 1667, pero el Tratado de Breda restituyó la isla a Inglaterra ese mismo año. Los franceses la atacaron de nuevo en 1712, la perdieron, y volvieron a conquistarla en el año 1782. No obstante, en el Tratado de París de 1783 se cedió de nuevo Montserrat al Imperio Británico.

En las plantaciones de Montserrat trabajaban esclavos traídos de África en la década de 1660. En el año 1768 los esclavos se rebelaron, aunque la revuelta fue finalmente sofocada. Hacia el año 1810 había 10.000 esclavos africanos y de ascendencia africana en Montserrat. Poco después, en 1833, el Imperio Británico prohibió la esclavitud, a la que se puso fin en Montserrat al año siguiente.

En iExplore.com podemos leer que en 1857, tras la caída del precio del azúcar, el filántropo británico Joseph Sturge compró una plantación de azúcar y empezó a explotarla pagando a sus trabajadores para demostrar que de este modo se obtenían mayores beneficios que utilizando mano de obra esclava. Más tarde vendió sus tierras a las gentes de Montserrat, y la mayor parte de su parcela acabó en manos de pequeños propietarios.

No obstante, los descendientes de los esclavos siguieron sufriendo privaciones, pobreza, falta de educación e imposibilidad de votar y acceder a otros derechos civiles hasta bien entrado el siglo XX.

El artículo publicado en 1993 From ‘Labor’ to ‘Peasantry’: Montserrat after the End of Slavery, (‘De ‘mano de obra’ a ‘campesinado’: Montserrat tras el fin de la esclavitud’), escrito por Riva Berleant-Schiller, nos habla de las condiciones de vida de los descendientes de los esclavos africanos en Montserrat. Leemos en este artículo:

En 1884 el número de campesinos propietarios de pequeños terrenos se había incrementado tanto que los hacendados se quejaron del “perjuicio” que causaban a través de lo que percibían como un sistema de cultivo ineficaz. Las cabras propiedad de los ‘campesinos’ también ocasionaban molestias a los grandes propietarios. Por otro lado, los pequeños propietarios se quejaban del constante acoso y control que ejercían los terratenientes. Los impuestos que se cobraban por explotar un terreno de dos acres (0,81 hectáreas) eran tan altos que el campesino no solo debía trabajar como aparcero para poder pagarlos, sino que también estaba obligado a vender su azúcar al propietario aunque tuviera mejores ofertas de otros compradores. Otros campesinos eran obligados a vender parte de sus parcelas para poder pagar los impuestos. Los propietarios no permitían a arrendatarios y aparceros recoger leña. A pesar de todas estas trabas, las parcelas de los campesinos producían suficientes alimentos para subsistir, y se cultivaba “una gran cantidad de provisiones” en toda la isla.

El año 1952 fue el primero en el que todos los adultos de la isla de Montserrat pudieron votar.

Imagen de portada: Algunos de los petroglifos recientemente descubiertos en Montserrat. Fotografía: Ravo R

Autor: Mark Miller

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.