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Ancient Origins España y Latinoamérica

Recuperada música de hace 1.000 años de la página perdida de un antiguo manuscrito medieval

Se desconoce cómo sonaba exactamente la música a principios del medievo, pero algunos músicos y expertos ingleses han interpretado recientemente una pieza reconstruida a partir de un manuscrito del siglo XI.

Esta página de un antiguo manuscrito, perdida durante 142 años y redescubierta hace apenas unos días, ha permitido a tres investigadores reescribir está música tal y como creen que debía sonar en la época medieval.

Sam Barrett, de la Universidad de Cambridge, trabajó durante más de 20 años recuperando melodías de las “Canciones de Cambridge” del siglo XI, la parte final de una antología de textos en latín. Fue de este manuscrito del que se había perdido esta página. Recientemente, un conjunto interpretó esta música en Cambridge por primera vez desde hace 1.000 años.

En 1982 fue hallada la hoja de este manuscrito por un experto inglés que se encontraba visitando una biblioteca de Frankfurt (Alemania). En 1840, un estudioso alemán había visitado Cambridge, arrancado la hoja del manuscrito de las “Canciones de Cambridge” y regresado a Alemania con ella. Quizás pensó que como alemán tenía derecho a hacer algo así, ya que estas canciones procedían de la Renania del siglo XI.

La música ejecutada en Cambridge hace apenas unos días fue añadida a las páginas de la obra maestra del filósofo romano Boecio “La Consolación de la Filosofía,” escrita en el siglo VI cuando se encontraba bajo arresto domiciliario esperando su ejecución por haber cometido traición.

Página de un manuscrito italiano de 1385 de la obra de Boecio ‘Consolación de la Filosofía’: en las miniaturas aparece el autor enseñando a sus compañeros en prisión. (Public Domain)

Realmente se desconoce cómo sonaba exactamente esta música hace siglos, tal y como podemos leer en este artículo del Daily Mail sobre el descubrimiento. Entre los siglos IX y XIII, los compositores escribían la música en neumas, diferentes de las notas que conocemos hoy en día. Aparte de los neumas, se confiaba en la buena memoria de los músicos para recordar y comunicar a otros intérpretes las melodías.  

Según podemos leer en el Daily Mail, los compositores medievales dejaron por escrito numerosos pasajes de los clásicos Virgilio y Horacio, de autores antiguos tardíos, de textos medievales y de canciones y lamentos de amor.

Pero un músico de hoy en día no puede sencillamente echar mano de una pieza de música medieval, leerla e interpretarla, porque se desconocen los tonos de los neumas, es decir, lo agudos o graves que eran estos sonidos. En la escala musical actual, el tono se mide escribiendo las notas más graves en la parte inferior del pentagrama y las más agudas en las líneas superiores.

Ejemplo de notación neumática. (Public Domain)

“Esta hoja en particular, arrancada ‘accidentalmente’ de la Biblioteca de la Universidad de Cambridge por un académico alemán en la década de 1840, constituye una pieza clave del rompecabezas, en la medida en la que se tiene intención de recuperar estas canciones,” explica el Dr. Barret al Daily Mail. “Tras redescubrir la hoja de las Canciones de Cambridge, lo que nos quedaba era dar el salto final al sonido. Han llegado hasta nosotros vestigios de repertorios de canciones perdidas, pero no el recuerdo auditivo en el que se apoyaban. Conocemos los perfiles de las melodías y muchos detalles acerca de cómo se cantaban, pero no los tonos precisos que las integraban.”

El Dr. Barrett ensayó fragmentos de la melodía para “La Consolación de la Filosofía” de Boecio y a continuación trabajó con Benjamin Bagby, del Lost Songs Project (‘Proyecto Canciones Perdidas’) y miembro de Sequentia, trío musical que ya ha recuperado otras canciones medievales. El Lost Songs Project ha conseguido rescatar melodías lejanas en el tiempo, entre ellas Beowulf y Carmina Burana, según podemos leer en el artículo del Daily Mail.

El Dr. Barrett y el Sr. Bagby, trabajando conjuntamente con la integrante del trío Sequentia, Hanna Marti, probaron los requerimientos prácticos de voz e instrumentos y a continuación los compararon con la teoría académica a fin de poder reconstruir la música de “La Consolación de la Filosofía.”

El trío Sequentia interpretando una de las piezas musicales de la Edad Media recientemente descubiertas

Los expertos desconocen si Boecio puso en algún momento música a su obra magna, aunque de hecho escribió sobre música en otros documentos. Las gentes de la época medieval, no obstante, sí pusieron música a los pasajes poéticos de “La Consolación de la Filosofía” y a los versos de otros autores.

Un pasaje de “La Consolación de la Filosofía” que quizás alude a la propia desgracia de Boecio dice así:

Si el pájaro que canta tan voluptuosamente en la copa de un árbol fuera atrapado y enjaulado, los hombres podrían atenderle con sumo cuidado, darle copas de miel líquida y alimentarle de forma amable con abundante comida; pero si entonces volara hasta el techo de su jaula y viera los sombríos árboles que ama, apartaría de sí con su pata la comida que habían puesto ante él; los bosques son aquello que evoca su tristeza, por los bosques canta sus más dulces notas.

Estas palabras se atribuyen al propio filósofo. Aquí se puede encontrar una traducción al español del libro de “La Consolación de la Filosofía” en formato PDF.

Boecio enseñando a sus alumnos, página 4 de un manuscrito de “La Consolación de la Filosofía” (probablemente procedente de Italia, 1385) (Public Domain)

Como podemos leer en la web de Philosphers.co.uk, se cree que Boecio procedía de una influyente familia entre cuyos antepasados había cónsules y dos emperadores romanos. Vivió durante el reinado del monarca ostrogodo Teodorico el Grande, que dominaba Italia por aquel entonces. Boecio llamó la atención de Teodorico por sus vastos conocimientos. Los hijos de Boecio fueron nombrados cónsules, y el propio Boecio se convirtió en magíster officiorum, jefe del gobierno y la administración de la corte:

La carrera política de Boecio parecía brillante antes de perder el favor de Teodorico en el año 523. En la reunión del Consejo Real celebrada en Verona ese mismo año, Boecio habló en defensa del anterior cónsul Caecina Decius Faustus Albinus, quien había sido acusado de traición y de conspirar con el emperador bizantino Justino I. El apoyo de Boecio a su colega, no obstante, no sirvió de ayuda a ninguno de los dos como se pudo comprobar muy pronto, ya que Boecio fue acusado del mismo crimen. Tres hombres dieron un paso adelante como testigos y confirmaron las acusaciones contra Boecio, que fue detenido y encarcelado en Pavía durante uno o dos años antes de ser ejecutado por traición. Fue enterrado en San Pietro in Ciel d’Oro, una iglesia agustiniana de Pavía.

La Consolación de la Filosofía está considerada la última gran obra de la época clásica. Fue uno de los libros más leídos e influyentes de la Edad Media. Trata sobre la existencia del mal en el mundo de Dios, la volubilidad de la fortuna y las naturalezas de Dios y de la felicidad.

Imagen de portada: Un autor anónimo puso música a los pasajes poéticos de la obra magna del filósofo romano Boecio “La Consolación de la Filosofía”. Fotografía: Biblioteca de la Universidad de Cambridge.

Autor: Mark Miller

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.