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Ancient Origins España y Latinoamérica

Estudios recientes demuestran que los genes Neandertales reforzaron nuestro sistema inmunitario

Nuestros parientes cercanos, los Neandertales y Denisovanos, se mestizaron con los Homo sapiens proporcionándonos genes que aún hoy nos ayudan a repeler infecciones, según dos recientes estudios que han visto la luz este mismo mes. Desgraciadamente, los mismos genes que reforzaron la respuesta de la primera línea de nuestro sistema inmunitario, también podrían haber hecho a los humanos actuales más propensos a las alergias.

En uno de los artículos, publicado en The American Journal of Human Genetics (‘Revista Americana de Genética Humana’), podemos leer que en otros estudios ya se había descubierto que la inmunidad de los humanos actuales se incrementó gracias lo que los autores denominan “humanos arcaicos.” Los genes estudiados por los autores, receptores tipo Toll humanos, posiblemente fueran transmitidos a los humanos actuales cuando los Homo sapiens y los Neandertales se mestizaron hace unos 50.000 años.

Además, el Dr. Michael Dannemann y sus colaboradores aseguran que los tres receptores humanos tipo Toll presentes en los genes de los humanos actuales, receptores que nos ayudan a combatir las enfermedades, se encuentran entre el 1% de nuestros genes con una mayor introgresión Neandertal. Introgresión es la transmisión de genes de una especie a otra, en este caso de los Neandertales al Homo sapiens.

Reconstrucción forense de un Homo Neanderthalensis a partir de su cráneo, obra de Cicero Moraes (CC BY SA 3.0)

Los investigadores estiman que entre el 1 y el 6 por ciento de los genes de los euroasiáticos actuales proceden de homininos actualmente extinguidos, entre ellos los Denisovanos y los Neandertales. En el reciente estudio se afirma que otros especialistas han descubierto que los genes Neandertal reforzaron el sistema inmunitario adaptativo, pero que además estos genes asociados a los receptores tipo Toll nos han aportado también una mayor capacidad de combatir las infecciones por medio de la respuesta inmunitaria innata. El sistema inmunitario innato es nuestra primera  línea de defensa contra patógenos, que además permite detectar a los gérmenes y ayuda a activar la respuesta del sistema inmunitario adaptativo.

Dannemann y sus colaboradores nos describen lo que parece ser un momento crucial en la historia de la humanidad:

Los humanos modernos que se dispersaron al abandonar África tuvieron que afrontar nuevos desafíos en su entorno, como nuevos alimentos, patógenos desconocidos y un clima diferente,” escriben los autores del estudio, miembros los tres del Departamento de Genética Evolutiva del Instituto Max Planck para Antropología Evolutiva. “También encontraron otros tipos de humanos, y estamos descubriendo cada vez más pruebas de que el mestizaje con Neandertales y Denisovanos aportó alelos al patrimonio genético de los humanos actuales.

El mapa de más arriba muestra las frecuencias de haplotipos de origen Neandertal. El de más abajo, el predominio de los tres genes asociados a los receptores tipo Toll presentes en los humanos actuales. El tamaño de cada sector circular se corresponde con la proporción de individuos de una misma población. Los haplotipos principales aparecen en diferentes colores (III, naranja; IV, verde; haplotipos no arcaicos V, VI, VIII y IX, azul oscuro). (Dannemann, Andrés, & Kelso)

Los Neandertales vivieron en Europa y Asia Occidental durante más de 200.000 años, y probablemente estaban bien adaptados al entorno y los patógenos de esta extensa región. Es por tanto concebible que el mestizaje con los Neandertales aportara alelos que confirieran una ventaja inmunitaria sustancial a los humanos modernos que se estaban extendiendo por Europa y Asia Occidental […] Al menos dos de estos haplotipos introgresados parecen haber resultado ventajosos para ciertas poblaciones de humanos modernos.

Pero los autores del estudio añaden que estos genes arcaicos están también asociados con una mayor propensión de los humanos modernos a las alergias, llegando a la siguiente conclusión:

“Tomados en conjunto, estos datos sugieren que los alelos introgresados podrían haber mejorado la vigilancia inmunológica innata y su reactividad contra ciertos patógenos, pero también podrían haber incrementado la hipersensibilidad a alérgenos no-patógenos, lo que habría tenido como resultado las enfermedades alérgicas de los seres humanos de nuestros días.”

El otro artículo, también publicado en la Revista Americana de Genética Humana, es obra de un equipo de investigadores encabezado por Matthieu Deschamps, del Instituto Pasteur de París. Leemos en este artículo: “El lastre de las enfermedades infecciosas ha sido muy pesado a lo largo de la historia de la humanidad, concretamente antes de la llegada de la higiene, vacunas, antisépticos y antibióticos, cuando las poblaciones humanas eran devastadas por enfermedades que tenían como consecuencia una alta mortalidad infantil y una corta esperanza de vida.” Los investigadores explican cómo los genes Neandertal resultaron esenciales para los europeos y les ayudaron a adaptarse a su nuevo entorno:

Especialmente, entre los genes que presentan una mayor ascendencia Neandertal, nos encontramos con el grupo TLR6-TLR1-TLR10, que también contiene una variante adaptativa funcional de los europeos. Este estudio identifica genes altamente restringidos que cumplen funciones esenciales no redundantes en la supervivencia del individuo, y revela otros que son más permisivos al cambio y contienen variantes procedentes de homininos arcaicos o variantes adaptativas de poblaciones específicas, mejorando nuestra comprensión de la relativa importancia biológica de las vías de respuesta inmunológica innata en condiciones naturales.

Ascendencia Neandertal de los Genes de Inmunidad Innata. (A): Comparación de los datos de introgresión media de los genes de inmunidad innata (IIGs) respecto al resto de genes de codificación de proteínas (no-IIGs) en poblaciones europeas (EUR) y de Asia Oriental (ASN). (B y C): Haplotipos de ascendencia Neandertal; las franja rojas marcan regiones genómicas que contienen genes de inmunidad innata.  (Deschamps, M. et al.)

Por lo tanto, estos investigadores examinaron exactamente los mismos tres genes que Dannemann y sus colaboradores, llegando a idéntica conclusión: un sistema inmunitario más fuerte gracias a los genes procedentes de los Neandertales.

Imagen de portada: ‘Neandertales de Le Moustier’, Museo Americano de Historia Natural. Ilustración de 1920 obra de Charles Robert Knight. (Public Domain). Detalle: Neutrófilo humano, célula del sistema inmunitario, fagocitando a un germen SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina). (Public Domain)

Autor: Mark Miller

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.