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Ancient Origins España y Latinoamérica

El cementerio de esclavos más antiguo del Atlántico estaba en las islas Canarias

El archipiélago atlántico de las islas Canarias conforma una comunidad autónoma española, una de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea, y está situado al oeste de África —cerca de las costas del sur de Marruecos y el Sáhara Occidental— y, debido precisamente a  su situación geográfica, se trata de la región más austral y occidental de España.

La mitología grecolatina ubicaba en el entorno de las Canarias, en el Océano Tenebroso, en los límites del mundo conocido, muchos relatos fantásticos, pudiendo identificar a estas islas con la ubicación de los mitológicos Campos Elíseos, las Islas Afortunadas, el Jardín de las Hespérides o la Atlántida. Para muchos investigadores, la primera alusión histórica a las islas Canarias podría encontrarse en las obras de historiadores griegos como Plutarco, aunque la descripción más certera sobre Canarias es la que hace Plinio el Viejo en su obra Naturalis Historia, donde relata una expedición realizada hasta el archipiélago por el rey de Mauritania Juba II.

Después de que el archipiélago canario fuese conquistado por los castellanos a finales del siglo XV, acabó convirtiéndose en lugar de paso obligado para los barcos con rumbo a las entonces llamadas Indias y, de este modo, también se transformó en testigo mudo de parte de esos doce millones de africanos que fueron llevados hasta América, entre los siglos XVI y XIX, para trabajar como esclavos en las extensas plantaciones del denominado Nuevo Mundo.

Detalle del mapa de 1783 obra de Rigoberto Bonne: mitad occidental del Viejo Mundo desde Lisboa hasta la costa de Sierra Leona, con las islas de Madeira, Canarias y Cabo Verde. (Public Domain)

Asimismo, diversos documentos históricos citan el uso de mano de obra esclava tanto en Canarias, como en Madeira y Cabo Verde, en una de las industrias que financió el desarrollo de las primeras capitales coloniales americanas en sus inicios: las plantaciones de caña de azúcar. En el caso concreto de Canarias, las referencias sobre esclavismo desde el siglo XV son abundantes, pero faltaban pruebas físicas. Ahora, según informaciones publicadas por Efefuturo, ocho investigadores internacionales procedentes de diversas universidades americanas y europeas, entre las que figuran la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad del País Vasco, unidas a la empresa Tibicena, han confirmado que la extraña necrópolis hallada en el 2009 en la Finca Clavijo del municipio de Santa María de Guía, sito en la isla de Gran Canaria, es lo que ya se sospechaba: el más antiguo enterramiento atlántico de esclavos de muy diversas razas y procedencias.

“Es el cementerio de esclavos más antiguo del mundo atlántico, el antecedente más antiguo del que se tiene constancia de la diáspora africana hacia América”, defiende el arqueólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jonathan Santana en declaraciones recogidas por Efefuturo.

Una mujer aborigen, hombres de raza negra y moriscos

Los cuerpos recuperados hasta ahora en la necrópolis —8 esqueletos intactos y 6 más removidos— han sido estudiados mediante medicina forense, técnicas de ADN y análisis molecular. La ciencia forense ha revelado que murieron jóvenes, la mayoría en la veintena,  con lesiones de columna que sugieren que realizaban trabajos muy duros. Las dataciones por carbono-14 los sitúan entre finales del siglo XV y principios del XVII, pero aparte de ello han aparecido dos elementos que permiten acotar más aún su origen: una moneda de cuatro maravedíes, resellada por el Cabildo de La Palma en 1559 y una medalla con las imágenes de San Francisco de Asís y la Inmaculada Concepción, característica del siglo XVI.

Anverso y reverso de uno de los cuatro maravedíes recuperados. (Fotografías: Efefuturo/ José Guillén/Tibicena)

Asimismo, los estudios de ADN han sido viables en once casos, revelando la presencia de restos de una mujer aborigen canaria, de cuatro hombres probablemente de raza negra y de otros seis pertenecientes a un linaje presente tanto en Europa como el norte de África.

“Dado que hay muchas referencias históricas al tráfico de esclavos procedentes del norte de África en Canarias, pensamos que esos individuos eran moriscos”, ha explicado a Efe Rosa Fregel, bióloga especialista en ADN de poblaciones antiguas de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).

En cuanto a los restos de la mujer aborigen, Jonathan Santana recalca que resulta raro que aparezca una aborigen entre los esclavos, puesto que en aquella época la Iglesia y la Corona ya habían prohibido esclavizar a los indígenas canarios e, incluso, se les permitía acceder a cargos de los cabildos como “cristianos viejos”, algo que todavía se hallaba vetado a descendientes de musulmanes y judíos, por lo que los investigadores piensan que tal vez se tratase de alguna mestiza.

Enterrados de lado, rosarios africanos de cristal y medalla cristiana

Por otra parte, desde el diario español ABC se indica que la forma de enterrarlos también resulta muy curiosa, ya que no obedece a rituales cristianos, ni puede ligarse con el Islam, ni encaja con las prácticas aborígenes, sino que sugiere un tipo de sincretismo muy habitual en las sociedades criollas, lo que refuerza el valor del yacimiento: todos fueron enterrados de lado y, además, dos de ellos yacen con la cabeza mirando hacia el Este (quizás hacia la Meca), mientras que otros fueron inhumados junto a rosarios de cuentas de cristal, típicos de algunos ritos africanos.

Todos los esqueletos se encontraban enterrados de lado. (Fotografía: ABC/EFE)

Claro que, como ya se ha mencionado más arriba, también se han recuperado elementos cristianos, como la medalla del santo de Asís, lo que parece coherente con la presencia, a menos de un kilómetro, de un antiguo convento franciscano.

Los autores del estudio sospechan que se trata de antiguos esclavos de plantaciones de caña, ya que éste fue el primer gran monocultivo que se implantó en Canarias, donde se desarrollaron las máquinas de procesar la caña que luego se llevarían a América: los «ingenios». Además, los especialistas han descubierto, muy recientemente, moldes de azúcar que delatan claramente a qué se dedicaban las tierras del actual municipio grancanario de Santa María de Guía y, por si esto fuera poco, hace solo tres meses otras obras civiles han sacado a la luz los restos del gran ingenio azucarero de Santa María de Guía, datados entre los siglos XV y XVI.

«El azúcar era el petróleo del siglo XVI, una industria que atrajo a Canarias a grandes fortunas de toda Europa y que propició la captura de esclavos en África antes de que estos fueran llevados a América, porque requería mucha mano de obra», apostilló finalmente Santana en declaraciones publicadas por el diario ABC.

Anverso y reverso de la medalla del santo de Asís encontrada en el cementerio de esclavos de Santa María de Guía (Gran Canaria). (Fotografía: Efefuturo/José Guillén).

En la actualidad, el equipo científico encargado del yacimiento busca nuevas fuentes de financiación para poder continuar con las excavaciones, ya que el georradar muestra claros indicios de que el más antiguo cementerio atlántico de esclavos alberga mucho más que 14 cuerpos.

Imagen de portada: Detalle del cementerio de esclavos del yacimiento de Finca Clavijo, en Gran Canaria. (Fotografía: EFE/José Guillén)

Autor: Mariló T. A.