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Portada - Los investigadores ponen a prueba su teoría rellenando el pozo con nieve compactada. Fotografía: Peter-Andrew Schwarz

Antiguos refrigeradores del Imperio romano: sorprendente descubrimiento de un equipo de arqueólogos suizos

Arqueólogos suizos parecen haber resuelto un misterio en un famoso asentamiento romano. Han llegado a la conclusión de que ciertos misteriosos pozos del yacimiento arqueológico eran utilizados como un método de refrigeración. El equipo cree que era así como los romanos conservaban sus alimentos en la antigua ciudad. Aunque controvertida, la teoría podría ayudar a los expertos a comprender la función de estos enigmáticos pozos que llevaban tanto tiempo desconcertando a los investigadores.

Una colonia romana a orillas del Rin

El equipo ha estado trabajando en el yacimiento arqueológico y museo al aire libre de Augusta Raurica, situado a unos 20 kilómetros (14 millas) de Basilea. El asentamiento fue originalmente una colonia romana - la colonia más antigua conocida a orillas del Rin. Con el tiempo, se convirtió en un gran centro urbano, y finalmente en capital de la provincia local. Fue devastada por una invasión de las tribus germánicas durante la crisis del siglo III y la población fue reasentada en algún otro lugar.

 

 

El yacimiento abunda en vestigios arqueológicos, incluyendo una basílica, un foro, un teatro y un acueducto. Hay también un conjunto de pozos que se adentran en la tierra hasta unos 4 metros de profundidad (12 pies). La razón para la construcción de estos pozos ha tenido largo tiempo perplejos a los expertos. Los investigadores han propuesto diversas teorías al respecto, entre ellas que los pozos eran utilizados para refrigerar los alimentos. Según el portal de noticias suizo SWI, ‘Se sabe que los romanos habrían utilizado estos agujeros para almacenar fruta, verdura, ostras, queso y otros productos perecederos’.

El teatro romano de Augusta Raurica. (CC BY-SA 3.0)

El teatro romano de Augusta Raurica. (CC BY-SA 3.0)

Poniendo a prueba la teoría

Un equipo dirigido por el profesor de la Universidad de Basilea Peter-Andrew Schwarz decidió realizar una prueba para determinar si los pozos podían ser utilizados para refrigerar comida y bebida. Realizaron para ello un sencillo experimento: colocaron una botella de cerveza y otros alimentos en uno de los pozos en abril del 2018. A continuación, según podemos leer en el diario The Local, ‘los enterraron en nieve-hielo compactada y seguidamente los cubrieron con paja’ dentro del pozo, cuyos muros fueron además forrados con paja para comprobar si podían refrigerarse de este modo la cerveza y el resto de productos. Esta técnica está basada en una que todavía se practica hoy en día en la isla española de Mallorca. La semana pasada, cuatro meses después de que los arqueólogos depositaran los alimentos en el pozo, el equipo de expertos descubrió con gran satisfacción que los productos aún estaban fríos.

Esta prueba no confirma de manera concluyente que los misteriosos pozos fueran utilizados para refrigerar alimentos y bebidas. Sí demuestra que es posible que éste fuera el caso. The Local informa de que ésta es “la tercera y más exitosa ocasión en la que el equipo ha intentado recrear una ‘nevera’ romana”. Los intentos anteriores no tuvieron éxito, a pesar de que en ellos también se emplearon hielo y nieve. Cuando los miembros del equipo de la Universidad de Basilea descubrieron que la cerveza seguía fría, lo celebraron bebiéndosela.

Suelo de mosaico hallado en Dougga (siglo III d. C.) con esclavos sirviendo vino en un banquete. (CC BY-SA 2.0)

Suelo de mosaico hallado en Dougga (siglo III d. C.) con esclavos sirviendo vino en un banquete. (CC BY-SA 2.0)

Antiguas neveras del Imperio romano

El equipo suizo ahora cree que los pozos de Augusta Raurica eran utilizados para conservar alimentos y productos diversos frescos durante los calurosos veranos. Los pozos, al igual que en el experimento, se llenaban con nieve y hielo durante el invierno y principios de la primavera. Esto ayudaba a mantener la temperatura fría en los pozos, como también lo hacía el hecho de que se encontraran bajo tierra, lo que implicaba que la población de aquel asentamiento romano podía conservar sus alimentos frescos durante algún tiempo en los meses de verano. Gracias a su capacidad de conservar los alimentos, los habitantes de Augusta Raurica tenían acceso a productos alimenticios perecederos durante más tiempo a lo largo del año, contribuyendo este hecho tal vez al crecimiento y desarrollo de la colonia.

Las frías conclusiones

El antiguo asentamiento de Augusta Raurica ha aportado mucha información importante sobre cómo era la vida en las provincias del Imperio romano. El experimento llevado a cabo por el equipo suizo podría demostrar que los romanos desarrollaron una avanzada técnica para conservar sus alimentos. Es importante observar que, aunque el experimento indica que existe la posibilidad de que estos pozos fueran utilizados para almacenar y conservar alimentos frescos, el equipo reconoció que los pozos probablemente no pudieran mantener los productos frescos durante un período de tiempo prolongado.

Parece probable que haya quien no acepte la teoría de que estos misteriosos pozos fueran utilizados para refrigerar y conservar alimentos frescos.

Imagen de portada: Los investigadores ponen a prueba su teoría rellenando el pozo con nieve compactada. Fotografía: Peter-Andrew Schwarz

Autor: Ed Whelan

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

Imagen de ancient-origins

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