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Estudio analizado de fósiles del género Homo, algunos de los cuales se muestran en esta imagen. Fuente: Dr. Manuel Will / Nature

El clima afectó el tamaño del cuerpo y el cerebro en el género Homo

Un nuevo estudio de fósiles del género Homo de todo el mundo ha concluido que el tamaño del cuerpo humano está relacionado con las diferencias de clima y temperatura. En esencia, han descubierto que los climas fríos producían cuerpos más grandes y los climas más cálidos para cuerpos más pequeños. Los resultados están literalmente "recién salidos de la prensa" y se publicaron hoy en la revista Nature Communications.

 Este es el primer estudio sistemático de cómo el clima ha afectado el tamaño del cuerpo y el cerebro en el género Homo durante los últimos millones de años. (Kimberley/ Adobe Stock)

 

 

Este es el primer estudio sistemático de cómo el clima ha afectado el tamaño del cuerpo y el cerebro en el género Homo durante los últimos millones de años. (Kimberley/ Adobe Stock)

Análisis de más de 300 fósiles de homo de género

El estudio fue realizado por un equipo de investigación interdisciplinario, dirigido tanto por la Universidad de Cambridge como por Tübingen. El objetivo era intentar comprender el papel que juegan las diferencias climáticas en la evolución humana. Basaron sus conclusiones en el estudio de más de 300 fósiles del género Homo de diferentes lugares. Durante su trabajo, calcularon el tamaño del cuerpo y el cerebro a partir de estos fósiles y luego fusionaron esta información con modelos climáticos basados ​​en datos relacionados con los climas regionales durante el último millón de años. A través de este método, "identificaron la experiencia climática específica de cada fósil cuando era un ser humano vivo", explica un artículo de la Universidad de Cambridge que anuncia el estudio.

Evaluaron los diferentes elementos climáticos que habrían experimentado los humanos que viven en los diferentes lugares. "Nuestro estudio indica que el clima, en particular la temperatura, ha sido el principal impulsor de los cambios en el tamaño corporal durante los últimos millones de años", destacó la líder del estudio, la profesora Andrea Manica del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge.

Este innovador estudio tomó muestras de fósiles del género Homo que se encuentran en diferentes partes del mundo para comprender el efecto del clima en el tamaño del cuerpo y el cerebro. En la imagen, cráneos de hace 430.000, 55.000 y 32.000 años, así como huesos de fémur de hace 540.000 y 44.000 años. (Dr. Manuel Will / Nature)

Este innovador estudio tomó muestras de fósiles del género Homo que se encuentran en diferentes partes del mundo para comprender el efecto del clima en el tamaño del cuerpo y el cerebro. En la imagen, cráneos de hace 430.000, 55.000 y 32.000 años, así como huesos de fémur de hace 540.000 y 44.000 años. (Dr. Manuel Will /  Nature)

"Crecimiento" evolutivo y tamaño corporal fluctuante del género Homo

Los humanos modernos, Homo sapiens, son el único miembro superviviente del género Homo. Se cree que el género Homo existió hace poco más de 2 millones de años, con la aparición del Homo habilis, mientras que el Homo sapiens solo aparece en el registro arqueológico hace unos 300.000 años. Los miembros del género también incluyen neandertales (Homo neanderthalensis) y Homo erectus.

Se sabe desde hace mucho tiempo que el medio ambiente afecta a las variaciones visibles entre las personas de hoy, así como en las diferentes especies de Homo. "Un rasgo definitorio de la evolución de nuestro género es la tendencia de aumentar el tamaño del cuerpo y el cerebro; en comparación con especies anteriores", destaca el artículo de la Universidad de Cambridge. El Homo sapiens, por ejemplo, es más grande que el Homo habilis, un 50% más pesado para ser precisos, mientras que el cerebro del Homo sapiens es tres veces más grande que el del Homo habilis.

"La lógica comúnmente aceptada detrás de la regla de Bergmann es que un gran tamaño corporal protege a las personas contra los desafíos de los climas fríos, ya sea en términos de termorregulación y / o almacenamiento de recursos", explican los autores en Nature Communications. Esto no solo es cierto en los seres humanos. También es común en otras especies animales, incluidos los osos. “Los osos polares que viven en el Ártico, por ejemplo, pesan mucho más que los osos pardos que viven en climas comparativamente más cálidos”, explica Charlotte Burton en The Guardian.

Este estudio recientemente publicado lleva este crecimiento evolutivo un paso más allá, más allá de los dominios de las hipótesis, al tratar de comprender el "por qué" del tamaño corporal fluctuante del género Homo. De hecho, es el "primer intento sistemático de probar cuantitativamente diferentes efectos ambientales sobre la variación del tamaño del cuerpo y el cerebro para el género Homo durante el pasado ~ 1 Ma", como destaca el artículo de Nature Communications.

Un rasgo definitorio de la evolución de nuestro género Homo es la tendencia de aumentar el tamaño del cuerpo y el cerebro con el tiempo. (kotjarko/ Adobe Stock)

Un rasgo definitorio de la evolución de nuestro género Homo es la tendencia de aumentar el tamaño del cuerpo y el cerebro con el tiempo. (kotjarko/ Adobe Stock)

¿Afecta el clima al tamaño del cerebro?

Si bien el estudio encontró una correlación directa entre el tamaño corporal y el clima, parece que no ocurre lo mismo cuando se trata del tamaño del cerebro. "Descubrimos que diferentes factores determinan el tamaño del cerebro y el tamaño del cuerpo; no están bajo las mismas presiones evolutivas", explicó el Dr. Manuel Will de la Universidad Alemana de Tubingen. "El medio ambiente tiene una influencia mucho mayor en el tamaño de nuestro cuerpo que el tamaño de nuestro cerebro".

Sin embargo, hubo un efecto ambiental indirecto sobre el tamaño del cerebro de los miembros del género Homo. Los individuos estudiados que habían vivido en áreas abiertas o estables, como pastizales o estepas abiertas, tenían cerebros más grandes. Estos individuos presumiblemente cazaban animales grandes para alimentarse, lo que, según el artículo de la Universidad de Cambridge, era "una tarea compleja que podría haber impulsado la evolución de cerebros más grandes".

Por lo tanto, si bien la investigación parece mostrar que el clima no es una fuerza impulsora del tamaño de un cerebro Homo, ha descubierto que había elementos no ambientales en juego que sí desempeñaron un papel. Estos incluyen desafíos cognitivos creados por estructuras sociales complejas, dietas diversas e incluso el uso de tecnología cada vez más sofisticada. Los cerebros humanos se han estado encogiendo durante los últimos 12.000 años, y esto ha llevado al equipo a concluir que a medida que dependemos cada vez más de las computadoras y otras tecnologías, nuestros cerebros pueden encogerse aún más.

Imagen de portada: Estudio analizado de fósiles del género Homo, algunos de los cuales se muestran en esta imagen. Fuente: Dr. Manuel Will / Nature

Autor Cecilia Bogaard

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