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Portada-Uros, pintura rupestre de la cueva de Lascaux. (CC BY SA 3.0)

Proyecto para resucitar al uro: antiguo toro salvaje del arte rupestre

Un equipo de investigadores está buscando resucitar al uro, antigua especie de toro salvaje que desapareció en la primera mitad del siglo XVII. Se trata de la tentativa más reciente de devolver a la vida a este animal: los científicos nazis ya lo intentaron en el pasado.

Según el Washington Post, un grupo de científicos, historiadores y ganaderos está buscando resucitar esta especie de reses salvajes emparentada con el ganado bovino actual.

 

 

El último de los uros murió en 1627 en Polonia. Eran altos y pesados, y tenían cuernos muy largos curvados hacia delante. Era un animal peligroso, incluso para el león de las cavernas, su predador de mayor tamaño. Julio César sentía admiración por ellos, y los describió en su Guerra de las Galias como “algo menores que un elefante en tamaño.”

Cuerno de caza fabricado con el cuerno de uno de los últimos uros, pertenecientes al rey Segismundo III de Polonia. (Public Domain)

Cuerno de caza fabricado con el cuerno de uno de los últimos uros, pertenecientes al rey Segismundo III de Polonia.  (Public Domain)

A menudo se asocia a los uros con una escena que aparece en una de las pinturas de la cueva de Lascaux (Francia). En esta escena, cuya antigüedad es de 17.000 años, se puede observar también un Megaloceros. Todos los animales que aparecen en esta pintura, el ciervo gigante (Megaloceros), el león de las cavernas y los uros, están extinguidos en la actualidad.

La organización holandesa sin ánimo de lucro Stichting Taurus financia el Proyecto TaurOs, integrado por ecologistas, genetistas, historiadores y ganaderos. El objetivo del proyecto es recrear a los uros cruzando ganado actual mediante un procedimiento conocido como back breeding (‘reconstrucción del taxón’). Según los participantes en este proyecto, no se requiere de ingeniería genética de laboratorio para aplicar esta técnica. El proceso elegido en su lugar es la cría selectiva de animales que existen en la actualidad para acercarse tanto como sea posible a sus antiguos ancestros hoy extinguidos.  

Pintura de Heinrich Harder en la que un uro se defiende de una manada de lobos euroasiáticos. (Public Domain)

Pintura de Heinrich Harder en la que un uro se defiende de una manada de lobos euroasiáticos. (Public Domain)

Como escribe Peter Maas acerca de la sexta extinción: “La reconstrucción del taxón (back-breeding) es posible porque gran parte del material genético de los ancestros salvajes extinguidos y sus subespecies sobrevivieron en su progenie doméstica o en subespecies emparentadas. Este hecho permite obtener animales que se asemejen a su ancestro extinguido original o a alguna de sus subespecies.”

El Proyecto TaurOs ha sido creado como parte de un movimiento de conservación que aspira a devolver a su estado natural original anterior a la presencia humana, en la medida de lo posible, grandes extensiones de territorio. Entre sus objetivos está la reintroducción de animales y plantas esenciales desaparecidos. El proyecto está dirigido por Ronal Goderie, ecologista y autor del libro The Aurochs: Born to Be Wild (‘Uros: nacidos salvajes’).

En el año 2008 empezaron sus intentos de recuperar a los uros a través de aquellos de sus descendientes que comparten características con la especie desaparecida: alta estatura, patas largas, complexión atlética y estilizada, cuernos curvados hacia adelante y pelaje negro.

Recreación del uro basada en el esqueleto de un toro hallado en Lund y el de una vaca encontrado en Cambridge. Ambos presentaban rasgos externos característicos de los uros. (CC BY SA 3.0)

Recreación del uro basada en el esqueleto de un toro hallado en Lund y el de una vaca encontrado en Cambridge. Ambos presentaban rasgos externos característicos de los uros. (CC BY SA 3.0)

Explica Goderie en declaraciones al Washington Post:

Lo que se ve ya en la segunda generación es que la coloración del animal es muy similar a la del uro. Los toros son negros y presentan una fina banda más clara [a lo largo de su lomo]. Ya son más altos por la longitud de sus patas. Lo que resulta más complicado es el tamaño y forma de los cuernos. Diría que en algunos casos podemos ver que un animal en concreto es en un 75% lo que estamos buscando. Creemos que en seis o siete generaciones obtendremos un grupo estabilizado de reses Taurus. Tardaremos en conseguirlo entre siete y diez años más.

Ejemplar de toro de la primera generación del Proyecto TaurOs. (CC BY SA 3.0)

Ejemplar de toro de la primera generación del Proyecto TaurOs. (CC BY SA 3.0)

No es la primera vez en la historia que se intenta resucitar a los uros. En los años 30, el comandante nazi Hermann Goering solicitó a un equipo de genetistas que recrearan diversas especies extinguidas. Los hermanos Heintz y Lutz Heck empezaron entonces a trabajar en la posible recuperación de varios animales, entre los que se encontraba el uro. Según las notas que dejaron los científicos nazis, hicieron uso de una idea similar para desarrollar especies mediante ingeniería genética (la técnica del back-breeding), en un intento de reconstruir su taxón a partir de los descendientes de los uros.

Para conseguirlo, cruzaron toros de lidia españoles con reses Highland, utilizando también otras razas primitivas procedentes de Córcega y Hungría. Como resultado, obtuvieron reses musculosas con enormes cuernos. Sin embargo, el proyecto de recuperar a los uros acabó fracasando, ya que los hermanos Heck murieron durante la Segunda Guerra Mundial. El toro de los Heck fue el producto de su fallida tentativa, un animal de grandes cuernos que mide aproximadamente 1,40 metros de altura y llega a pesar hasta 600 kilos.

Toros de Heck: el primer intento de obtener una raza similar al antiguo uro a partir de las reses modernas. (CC BY SA 3.0)

Toros de Heck: el primer intento de obtener una raza similar al antiguo uro a partir de las reses modernas. (CC BY SA 3.0)

Beth Shapiro, experta en antiguo ADN y bióloga de la Universidad de California con sede en Santa Cruz, ha afirmado que intentar resucitar animales extinguidos es algo aterrador y fascinante a un tiempo. En una entrevista para la revista Smithsonian expone sus ideas acerca de la necesidad de permitir la posibilidad de “resucitar” animales extinguidos. Mediante la capacidad de recrear animales a partir de su código genético, la genetista explica que podríamos recuperar no solo a mamuts lanudos, bisontes, dodos y uros, sino también a rinocerontes negros y blancos, especies desaparecidas recientemente.

Imagen de portada: Uros, pintura rupestre de la cueva de Lascaux. (CC BY SA 3.0)

Autor: Natalia Klimczak

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

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