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Ancient Origins España y Latinoamérica

El kohl egipcio: un antiguo maquillaje para los ojos que prevenía infecciones pero también podía resultar venenoso

Es algo parecido al mal de ojo, pero al revés: un ‘bien de ojo’ producido por la aplicación del maquillaje de kohl a base de plomo. Los antiguos egipcios desconocían que el plomo era venenoso, aunque también es cierto que el kohl poseía propiedades antimicrobianas. Además estaba el aspecto mágico de invocar a los dioses Horus y Ra al aplicar este maquillaje negro, junto con otras propiedades protectoras.

En el antiguo Egipto, como señalan los modernos arqueólogos y egiptólogos, gente de todas las clases sociales, desde obreros hasta la realeza, se aplicaban kohl en los ojos. Pero el fenómeno de este espeso maquillaje negro es conocido en todo el mundo, y aún se sigue utilizando en nuestros días en el norte de África y Asia Central, como podemos leer en este artículo de Discovery.com acerca de esta práctica.

Hombre de la India con su nieta. La niña lleva los ojos maquillados con kohl. Los expertos han alertado sobre la presencia de plomo en esta sustancia utilizada aún en algunas regiones del mundo. Este espeso y negro maquillaje también incluía plomo en la antigüedad, pero aun así las gentes de la época podrían haberse beneficiado de algún modo de las propiedades antimicrobianas de este embellecedor. (Wikimedia Commons photo/Jorge Royan)

Leemos en el artículo de Discovery que los componentes del kohl del antiguo Egipto eran numerosos, y algunos de ellos bastante raros y caros. El ingrediente principal era la galena o sulfuro de plomo, un mineral metálico. Presumiblemente el kohl destinado a los más ricos incluía además gemas preciosas molidas, como rubíes, esmeraldas y perlas. También contenía en algunos casos oro y plata, coral y una sustancia conocida en la actualidad principalmente como incienso, el olíbano (lea este artículo de Ancient Origins para conocer las propiedades rituales y salutíferas del incienso). Además, el kohl incluía en su composición hierbas o plantas medicinales como neem, azafrán e hinojo.

Los antiguos egipcios diluían a continuación todas estas sustancias en líquidos que permitían que el kohl pudiera aplicarse como maquillaje para los ojos, como agua, leche, aceite y grasas animales.

Busto de la reina del antiguo Egipto Nefertiti con maquillaje de kohl delineando el contorno de sus ojos. (Alberto A.S. / Flickr)

Según Discovery, el kohl estaba asimismo presente en otras regiones del mundo, no solo en el antiguo Egipto:

La vasta presencia del Kohl a lo largo de la historia y por todo el planeta da testimonio de su compra por razones culturales, sociales y de higiene. Se han desenterrado evidencias de su uso en yacimientos de antiguas civilizaciones repartidos por el norte de África, Asia Central, el Mediterráneo y el Extremo Oriente. Se trata de un producto increíblemente antiguo, presente desde la Edad del Bronce (3500 a. C. – 1100 a. C.) y se hace alusión a su empleo incluso en el Antiguo Testamento, mencionándose “ojos pintados” en dos ocasiones, II Reyes 9,30 y Ezequiel 23,40.

Los diferentes pueblos lo llaman de formas diferentes. Árabes y egipcios modernos aún lo conocen como kohl, mientras que antiguos griegos y romanos lo denominaban kollurion. En la India y el Pakistán modernos es conocido como surma.

Knowridge Science Report informa de que algunas muestras del compuesto químico obtenido de 52 antiguos recipientes para Kohl fueron analizadas por expertos franceses en el año 2010. Los científicos encontraron cuatro tipos de plomo, entre ellos galena y laurionita. Ni la laurionita ni otro cloruro de plomo, la fosgenita, se encuentran en Egipto en estado natural. Este hecho implica que eran importados del extranjero para la manufactura de óxido de plomo y kohl, como podemos leer en Discovery. En el artículo de los investigadores franceses leemos que esta industria podría haber sido “el primer ejemplo conocido de un procesado químico a gran escala.”

Antiguo frasco metálico de kohl hallado en Túnez (Wikimedia Commons photo/Bacimov Nefzi)

Este tipo de compuestos de plomo (y otros metales pesados) se encuentran a menudo en el maquillaje para ojos del norte de África y Asia Central, lo que puede provocar un envenenamiento por plomo. “Se trata de una cuestión particularmente grave al lucir los niños de corta edad este cosmético como protección contra el mal de ojo, ya que es más probable entre ellos que se lleven las manos a la boca mientras aprenden a conocer su entorno,” leemos en Discovery.

En épocas antiguas se desconocía que el plomo era venenoso. Pero a pesar de la presencia de este metal pesado en el kohl, este maquillaje aportaba protección antibacteriana y podría haber reducido asimismo la incidencia de cataratas, ceguera y úlceras oculares al activar una respuesta inmunitaria y matar a las bacterias perjudiciales, previniendo de este modo posibles infecciones.

Galena, mineral de plomo (Wikimedia Commons photo/Ra’ike)

Los conocimientos de los antiguos egipcios sobre pomadas, ungüentos y maquillajes eran considerados tan avanzados en su época que nuestra palabra química procede del egipcio. Leemos en un artículo de la Sociedad Química Americana sobre el trabajo de los investigadores franceses:

No es de extrañar que kemej, la palabra egipcia que designaba el país egipcio y la tierra negra del valle del Nilo, nos llegara a través de los griegos y más tarde los árabes, hasta acuñarse finalmente nuestro término actual química.

Imagen de portada: Antigua máscara funeraria egipcia, Museo del Louvre, París. (CC by SA 3.0 / Janmad)

Autor: Mark Miller

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.es y ha sido traducido con permiso.