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Portada - Perros / lobos y luna llena (Dominio público)

Jóvenes guerreros de la Edad del Bronce consumían carne de perro y lobo en ceremonias rituales

Un equipo de arqueólogos afirma que los restos de perros y lobos hallados en el asentamiento de la cultura Srubna situado en Krasnosamarskoe , en plena estepa rusa, y datado entre los años 1900 a. C. y 1700 a. C., revelan que en el lugar se celebró un ritual en el que los participantes comieron perros y lobos sacrificados.

La obsesión por perros y lobos de las bandas de jóvenes guerreros

Los investigadores sugieren que los peculiares hallazgos podrían posiblemente aportar la primera evidencia arqueológica de bandas de guerreros integradas por jóvenes muchachos, como describen algunos textos antiguos. David Anthony y Dorcas Brown, ambos del Hartwick College con sede en Oneonta, Nueva York, especulan que jóvenes escogidos de la cultura Srubna, también llamada cultura de las tumbas de madera, se unían a bandas guerreras juveniles en ritos invernales en los que se “transformaban” espiritualmente en perros y lobos consumiendo su carne. Como informa Science News, dichas ceremonias de iniciación se corresponden con mitos mencionados en textos de hace hasta 2.000 años escritos en lenguas indoeuropeas y hallados por toda Eurasia.

 

 

Chamán con un tocado que simula la cabeza de un lobo (CC BY-NC 2.0)

Chamán con un tocado que simula la cabeza de un lobo (CC BY-NC 2.0)

Los mitos mencionados conectan a perros y lobos con bandas juveniles de guerreros. Según algunos antiguos textos, los jóvenes guerreros se “auto-bautizaban” con nombres que incluían palabras referidas a perros y lobos, vestían pieles de perros y lobos e incluso en casos excepcionales llegaban incluso a consumir carne de perro o de lobo en el transcurso de sus ceremonias de iniciación. Sin embargo, las cuestiones legendarias de hace 2.000 años relacionadas con los perros parecen ser en cierto modo diferentes a los rituales practicados hace 4.000 años, como apunta Anthony en Science News: “Debemos fijarnos en los mitos de toda Eurasia para comprender este yacimiento arqueológico.”

¿Qué pruebas llevaron a estas conclusiones?

Las excavaciones realizadas en Krasnosamarskoe en los años 1999 y 2001 totalizaron una asombrosa cantidad de 2.770 huesos de perros, dieciocho huesos de lobos y seis huesos más que podrían pertenecer tanto a perros como a lobos, como informó Science News en su momento. Estos hallazgos representan más de un tercio de todos los huesos de animales descubiertos en el yacimiento. Los investigadores David Anthony y Dorcas Brown afirman al respecto que los perros, no obstante, alcanzaban más o menos el tres por ciento de todos los huesos de animales excavados hasta entonces en cada uno de los otros seis asentamientos conocidos de la cultura Srubna, por lo que han concluido que el consumo de carne de perros y lobos no era habitual, y que posiblemente fuera considerada un alimento prohibido para aquel pueblo desde un punto de vista general.

Aun así, los perros y lobos hallados en el yacimiento de Krasnosamarskoe fueron asados, fileteados y troceados en piezas de entre 1 y 3 pulgadas; una prueba suficiente como para plantear la hipótesis de que con toda probabilidad fueron cocinados y comidos. Por otro lado, se observó también que se había matado a los cánidos principalmente durante el invierno, basándose en el análisis microscópico de las líneas de crecimiento que se forman anualmente en sus dientes durante las estaciones cálidas y frías. La mayoría de los perros eran viejos, con edades de entre seis y doce años, y gozaban de buena salud antes de ser sacrificados.

Una de las pruebas cruciales es que los perros fueron despiezados en pequeños trozos. Las cabezas de los perros eran habitualmente troceadas a lo largo de las líneas trazadas sobre este cráneo. Imagen: D. Anthony y D. Brown/Journal of Anthropological Archaeology 2017

Una de las pruebas cruciales es que los perros fueron despiezados en pequeños trozos. Las cabezas de los perros eran habitualmente troceadas a lo largo de las líneas trazadas sobre este cráneo. Imagen: D. Anthony y D. Brown/Journal of Anthropological Archaeology 2017

Debate entre los investigadores

Un buen número de investigadores, no obstante, no están convencidos de la explicación aportada por Anthony y Brown, ya que no pueden comprender por qué al menos sesenta y cuatro perros y lobos habrían sido sacrificados en el asentamiento de Krasnosamarskoe. “Los arqueólogos pueden entretejer la mitología con la prehistoria, pero siempre con mucho cuidado,” apunta el arqueólogo Marc Vander Linden del University College de Londres, en declaraciones recogidas por Science News

Vander Linden añadía a continuación que “La mitología indoeuropea sugiere que las gentes de la Edad del Bronce Tardía consideraban que los perros poseían propiedades mágicas, y quizás se los comieran en rituales de algún tipo. Pero ningún otro yacimiento arqueológico ha proporcionado evidencias de la existencia de bandas de jóvenes guerreros o de ritos de iniciación en los que se consumiera carne de perro,” concluía el investigador, planteando de este modo objeciones a la teoría sugerida por Anthony y Brown.

Canis dirus Leidy, 1858 – esqueleto de un lobo gigante del Pleistoceno que habitó en Norteamérica. (CC BY 2.0)

Canis dirus Leidy, 1858 – esqueleto de un lobo gigante del Pleistoceno que habitó en Norteamérica. (CC BY 2.0)

Por otro lado, el arqueólogo Paul Garwood de la Universidad de Birmingham (Inglaterra) recuerda que algunos pueblos indoeuropeos describían que los perros poseían poderes curativos y absorbían las enfermedades de la gente, un hecho que haría de ellos animales “demasiado sagrados” como para consumir su carne. Garwood va aún más allá y sugiere que los que realizaron los rituales en Krasnosamarskoe quizás llegaran a sacrificar perros y lobos como parte de sus ceremonias de sanación, pero sin consumir su carne como afirman Anthony y Brown.

Anthony y Brown insisten

Las diferentes opiniones y puntos de vista de sus colegas científicos no parecen desanimar a Anthony y Brown. Según Anthony, quien respondía así personalmente a Garwood, tanto perros como lobos estaban vinculados a bandas de jóvenes guerreros y ritos de iniciación en el yacimiento ruso, pero no a la sanación, como sí ocurría entre otros grupos humanos indoeuropeos. Curiosamente, Michael Witzel, experto en textos antiguos y mitología comparada de la Universidad de Harvard, parece estar de acuerdo con Anthony y Brown: “Han identificado la primera prueba arqueológica que confirma antiguos mitos indoeuropeos sobre jóvenes y belicosos ‘hombres-lobo’ que vivían al margen de las leyes de la sociedad,” señalaba Witzel en declaraciones recogidas por Science News.

Lobos grises junto a la osamenta descarnada de una presa (CC BY 2.0)

Lobos grises junto a la osamenta descarnada de una presa (CC BY 2.0)

Finalmente, las tareas de excavación en el cementerio de la cultura Srubna ubicado en Rusia reveló la presencia de los huesos de dos hombres, dos mujeres, un adulto de sexo indeterminado y veintidós niños de entre uno y siete años. Los investigadores sugieren que los cuerpos de los dos hombres presentaban claros signos de esfuerzo especialmente en sus rodillas, tobillos y parte baja de la espalda. Anthony plantea que los dos hombres serían con toda probabilidad especialistas en rituales, como comentaba en Science News: “Estos hombres podrían haber dirigido ceremonias de iniciación en las bandas de guerreros,” añadiendo a continuación que serán necesarias nuevas investigaciones en la zona para poner nuevas pruebas “sobre la mesa” como posibles fuentes de información.

Imagen de portada: Perros / lobos y luna llena (Dominio público)

Autor: Theodoros Karasavvas

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

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Ancient-Origins

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