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Fotografía de perla natural similar a las recogidas en la isla de Cubagua, Venezuela.(Wikimedia Commons)

Nueva Cádiz: Perla olvidada del Caribe Venezolano

Las pruebas encontradas acerca de presencia humana en la hermosa Venezuela nos llevan hasta hace más de 10.000 años. Pero no será hasta el primer milenio después de Cristo, cuando aquellos grupos nómadas comiencen a desarrollar la agricultura y empiecen a convertirse en verdaderas e importantes culturas. A la llegada de los castellanos, a finales del siglo XV, se calcula que entre 300.000 y 400.000 indígenas habitaban la vasta región que, actualmente, conocemos como Venezuela.

Cristóbal Colón fue el primer europeo que pisó suelo venezolano. De hecho, de todo el territorio continental sudamericano fue el único lugar donde desembarcó. Ocurrió el 14 de Agosto de 1498, al sur de la Península de Paria, en el poblado indígena de Macuro. Será al continuar su travesía cuando los conquistadores descubran la isla de Cubagua y sus aguas, ricas en perlas preciosas.

 

 

Al tratarse de una isla plana y aparentemente estéril, en principio sólo establecieron un campamento para que vivieran en él los buscadores de perlas. A partir de 1499 empiezan a obtener perlas usando a indios esclavizados para ello, en ocasiones vendidos por los propios aborígenes.

 

Venezuela fue el único territorio continental americano que pisó Cristóbal Colón (Wikimedia Commons)

Venezuela fue el único territorio continental americano que pisó Cristóbal Colón (Wikimedia Commons)

Poco a poco, con el paso de los años, el pequeño campamento original fue aumentando en tamaño gracias al creciente comercio de ostras y perlas y se fue construyendo un mayor número de chozas. Sin embargo, en 1520 se produjo una gran insurrección indígena, teniendo los españoles que abandonar la isla. La construcción de una fortaleza en el año 1523 provocó el regreso de los extranjeros y que volviesen a controlar a los indios, comenzando así una nueva y definitiva fase de ocupación.

Se construyeron edificios más permanentes y tres años después, en 1526, lo que hasta entonces había sido un conjunto de campamentos diversos fue elevado a la categoría de Villa, recibiendo el nombre de “Villa de Santiago de Cubagua”, aunque según las crónicas, nunca se llegó a usar tal título. Finalmente, en 1528, una vez convertida en ciudad fue bautizada como “Nueva Cádiz”, dotándola de escudo alcalde y concejales. Estos serían los encargados de redactar las ordenanzas que regirían la vida en la isla y que fueron aprobadas por la Reina Juana el 5 de Enero de 1537.

Pese a tener bajo su jurisdicción los nuevos campamentos establecidos en Margarita, Cumaná y Cabo de la Vela, el rápido agotamiento de los bancos de ostras por culpa de la sobreexplotación de los mismos y las difíciles condiciones ambientales otorgaron una vida demasiado breve a la primera ciudad venezolana de la historia. Sin las perlas, su mantenimiento resultaba demasiado caro para la Corona Española y cuando en 1541 fue  arrasada por un maremoto, se decidió abandonarla definitivamente

Ruinas y memoria

Mapa mostrando la situación de la pequeña isla de Cubagua (Wikimedia Commons)

Mapa mostrando la situación de la pequeña isla de Cubagua, entre la isla Margarita y la costa continental (Wikimedia Commons)

Casi 500 años después de su abandono son precisamente sus casi olvidadas ruinas las que nos hablan de este territorio y de la que una vez fuera una boyante ciudad. Además, las excavaciones arqueológicas realizadas han sacado a la luz no sólo objetos de los conquistadores, sino también cerámica indígena procedente de distintas áreas caribeñas.

Sólo las ruinas permanecieron como testigos mudos de la existencia de Nueva Cádiz. Sin embargo, su efímera pero intensa vida sí que sirvió a los españoles como escenario sobre el que ensayar todas las fases de la conquista y colonización americanas. Así, durante la época de mayor apogeo, Nueva Cádiz no sólo albergó a españoles e indígenas, sino que también acogió a negros esclavos africanos.

Sus ruinas permanecieron visibles durante siglos y hasta hace muy pocos años. De hecho existen ancianos que aseguran recordar cómo sus padres les contaban historias acerca de azulejos, muros o escalinatas. Gracias a dichas ruinas, a los objetos descubiertos y a los diferentes estudios realizados sobre el terreno, hoy disponemos de una idea bastante aproximada de cómo era y de cómo se vivía hace cinco siglos en Nueva Cádiz. De este modo sabemos que tanto al norte como al sur de la ciudad había dos grandes hornos para la elaboración de cal.

Boceto de cómo debió ser Nueva Cádiz en el siglo XVI (Wikimedia Commons)

Boceto de cómo debió ser Nueva Cádiz en el siglo XVI (Wikimedia Commons)

Entre las viviendas desenterradas, los arqueólogos creen que dos de ellas debieron pertenecer a comerciantes, encontrando una vasija aún con perlas en su interior, aunque en un pésimo estado de conservación, en una de ellas. Cercanos a esta casa se hallan los restos de una gran construcción que debe tratarse del antiguo convento franciscano, porque en su interior se descubrió un escudo de piedra correspondiente a esta orden religiosa. El espacio identificado como iglesia aún conserva tumbas en su suelo.

Cerca de la playa se erigió el ayuntamiento donde algunas habitaciones presentan marcas de haber sufrido un incendio. Junto a los restos de sus grandes muros, se han encontrado una torre, dos celdas y un sello real para lacrado, de cerámica, con la efigie de los Reyes Católicos.

Numerosos fogones rescatados parecen indicar que tras el éxodo de los castellanos, la isla no quedó totalmente deshabitada. Pese a que las viviendas fueron estropeándose progresivamente y que algunas fueron destrozadas por los piratas, continuaron acogiendo a personas en su interior.  Asimismo, los distintos yacimientos han logrado recuperar valioso material cerámico, además de un par de esqueletos que se piensa son posteriores al éxodo de la isla.

Algunas de las ruinas de Nueva Cádiz (Wikimedia Commons)

Algunas de las ruinas de Nueva Cádiz (Wikimedia Commons)

Nueva Cádiz constituyó el primer ejercicio de planificación urbana en el Nuevo Mundo, siendo la primera ciudad americana trazada en forma de cuadrícula o damero. Para su gobierno se promulgaron leyes, ordenanzas y Reales Cédulas que se convirtieron en las bases legales para la posterior colonización americana. Además, debido a la importancia comercial y económica de sus perlas, se convirtió en referencia para el incipiente mercado monetario y la economía europea.

En la actualidad, la primera ciudad de la historia de Venezuela nos continúa hablando por medio de los restos que los investigadores encuentran entre sus doradas arenas. Es la forma que tiene Nueva Cádiz de mantener vivo su pasado a pesar de que su existencia llegase a su fin hace casi 500 años.

Imagen de portada: Fotografía de perla natural similar a las que se recogían en la isla de Cubagua, Venezuela. (Wikimedia Commons)

Artículo actualizado el día 23 de octubre 2022.

Autor Mariló T. A.

Referencias

Venemía.Nueva Cádiz https://www.venemia.com/Esp/EspHis/EspHis4.php

J. M. CRUXENT. VI Conferencia Geológica del Caribe.
Margarita, Venezuela, Memorias 1972, pp. 33-35.

Instituto del Patrimonio Cultural - Nueva Cádiz https://www.ipc.gob.ve/index.php/postulaciones-a-patrimonio-mundial/nueva-cadiz-de-cubagua

Fundación de Nueva Cádiz, y la Casa de la Contratación https://www.aporrea.org/tiburon/a115744.html

Historia de Venezuela https://www.lonelyplanet.es/destino-america-del-sur-venezuela-102-historia.html

Museo de Nueva Cádiz https://museonuevacadizne.blogspot.com.es/

Imagen de Green Fairy

Mariló T.A.

Escritora freelance, bloguera y especialista en redes sociales, Mariló trabaja y colabora desde hace años en diversos medios de comunicación online. Apasionada de la naturaleza, los animales, la fotografía, la ecología, el biodinamismo, la espiritualidad, las civilizaciones antiguas, los viajes... Lee mas
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