Categorías  
Portada - Fotocomposición. A la izquierda, Faustina la Menor (CC BY-SA 3.0). A la derecho, Faustina la Mayor (CC BY 3.0).

Un poderoso tándem formado por madre e hija: ¿cómo transformaron la sociedad romana las dos Faustinas?

Si cree que la idea del Girl Power es tan solo una canción moderna creada en los años 90 del siglo XX, debería leer la historia de una madre y una hija cuyas brillantes mentes, unidas a grandes dosis de independencia provocaron un gran impacto en la antigua Roma. Mientras sus maridos reinaban como emperadores, ambas mujeres cambiaban el mundo que conocían para mejor. Tanto fue así que la eterna fama que adquirieron las llevó a ganarse, finalmente, un lugar en el Panteón de las diosas romanas.

Siendo realistas, ocupar el cargo de emperatriz de Roma no era tarea fácil. Aparte de la presión que tenía que soportar a la hora de proporcionar un heredero, la esposa del emperador tenía que luchar contra innumerables peligros. Pero dos mujeres que vivieron durante el siglo II d. C. demostraron que ser la esposa del hombre más poderoso del Imperio no solo era una tarea peligrosa, sino también un regalo del destino del que podían obtenerse muchos beneficios.  

 

 

El siglo II d. C. fue una de las épocas de mayor gloria en la historia del Imperio Romano. Los reinados de Antonino Pío y Marco Aurelio afectaron al futuro del mundo, pero dos de las personas más importantes de sus vidas fueron dos mujeres con el mismo nombre: Faustina. Estas dos extraordinarias mujeres crearon un enclave de inteligencia y mentalidad abierta que afectó a todo el Imperio.

Faustina la Mayor, la Diosa Madre

Annia Galeria Faustina, quien pasaría a la historia con el nombre de Faustina la Mayor (o Faustina I) nació el 16 de febrero del año 100 d. C. siendo hija del cónsul y prefecto Marco Annio Vero y de la noble Rupilia Faustina. Su familia estaba emparentada con el famoso emperador Trajano.

Faustina recibió una excelsa educación que la convirtió en mucho más que en una simple incubadora de futuros herederos al trono imperial. Su inteligencia hizo de ella la musa de la pasión, el deseo y la fascinación de su esposo, Antonino Pío. La pareja se casó entre los años 110 y 115 d. C.

Busto de Faustina la Mayor en los Museos Capitolinos de Roma, Italia. (vista lateral, nótese su elaborado peinado). (CC BY-SA 3.0)

Busto de Faustina la Mayor en los Museos Capitolinos de Roma, Italia. (vista lateral, nótese su elaborado peinado). (CC BY-SA 3.0)

Faustina fue conocida como una generosa emperatriz, cuyo corazón estaba siempre abierto a los pobres. Creó un sistema para patrocinar la educación de los niños romanos cuyos padres no podían pagar el coste de la misma. Sobre todo se mostró interesada a la hora de apoyar la educación de las niñas. Debido a este hecho, Faustina disfrutó de un apoyo masivo de las mujeres romanas, que la veían como una diosa de la sabiduría y como la figura que las sacó de las celdas de «la esclavitud marital.»

“No nos ha llegado ninguna descripción de la apariencia de Faustina, ni tenemos idea de si sus retratos guardan relación directa con su verdadero aspecto físico. Debió hacerse un esfuerzo por facilitar una inmediata identificación entre sus apariciones reales en público (aunque solo por algunos años y más tarde como efigies, vista desde la distancia) y sus representaciones artísticas, pero la reproducción mecánica de retratos imperiales nos previene de verlas como fieles retratos. La administración romana enviaba modelos en miniatura de su perfil para los acuñadores de monedas y medallas, además de modelos para pintores y escultores. La copia de estos modelos en provincias produjo la serie de retratos de Faustina, casi idénticos, con un tipo de cuerpo convencional para la “emperatriz” establecido por la primera Augusta, Livia, siglo y medio antes. Por su parte, Livia se inspiró en imágenes de las reinas helenísticas, cuyas cabezas se combinaban a menudo con los cuerpos clásicos de las diosas griegas.” (Bettina Bergmann y Wandy M. Watson)

Cuando Faustina murió en el año 140 d. C., Antonino quedó destrozado. Los registros escritos relacionados con el fallecimiento de su esposa demuestran el verdadero amor que les unía a ambos. De todos era conocido que la sabiduría de Faustina benefició a su reinado, y que sin su encanto, inteligencia y dulce personalidad, el emperador no hubiese sido el mismo hombre.

Busto de Antonino Pío, Gliptoteca de Munich. (Public Domain)

Busto de Antonino Pío, Gliptoteca de Munich. (Public Domain)

Faustina y Antonino tuvieron cuatro hijos. Lamentablemente, la mayoría de ellos murió a edades muy tempranas. Dos varones, Marco Aurelio Fulvio Antonino y Marco Galerio Aurelio Antonino, fallecieron antes del año 138. Además, su hija Aurelia Fadilla, que se casó con Elio Lamia Silvano, murió en el 135. La única hija superviviente se casó con su primo Marco Aurelio, y muy pronto siguió los pasos de su madre.

Faustina la Menor, una emperatriz de fama eterna como Roma

Annia Galeria Faustina, conocida como Faustina II o Faustina la Menor, se crió en la corte imperial con sus padres. Su madre le enseñó a ser valiente y a leer mucho, y sus aptitudes políticas e intelectuales eran únicas. En abril o mayo del año 145 se casó con Marco Aurelio, quien más tarde se convertiría en un famoso emperador y filósofo. Parece que ambos formaron una pareja perfecta, complementándose de un modo increíble: ambos estaban muy preparados intelectualmente para una vida tan exigente, y fueron capaces de llevar a la práctica extraordinarias ideas concebidas para su reino.

Faustina la Menor. (CC BY-SA 3.0)

Faustina la Menor. (CC BY-SA 3.0)

Lamentablemente, tampoco nos han llegado demasiados detalles sobre su relación, ni sobre la vida de Faustina la Menor en general. Sin embargo, sí que sabemos que su relación con Aurelio era sólida. Incluso cuando fue acusada de apoyar una rebelión contra el emperador, él estuvo a su lado. Faustina fue su compañera en el estudio de la filosofía y en el transcurso de las campañas militares. Siguió a su marido a muchas regiones del Imperio. Nunca supuso una carga para él, y su valentía hizo que fuese muy respetada entre los soldados. Al parecer ejerció una gran influencia en la magnitud de las fuerzas que protegían al emperador. Faustina fue la sirviente más fiel de su marido, pero también fue una mujer lo suficientemente fuerte como para defender la igualdad entre hombres y mujeres.

Faustina la Menor influyó en el reinado de Aurelio con su interés por el destino de las mujeres y de los más pobres. Dio a conocer sus opiniones. Además de ser una activa política y emperatriz, hizo uso de sus aptitudes para ser una esposa modelo. Trajo al mundo a trece hijos, entre ellos los famosos Cómodo y Lucila. El hecho de tener tantos hijos la hizo muy respetada en todo el Imperio, pero eso no le impidió continuar alimentando su innata búsqueda intelectual. Continuó la extraordinaria misión de su madre. Su ajetreada vida solo fue detenida por su pronta muerte cuando Faustina tenía unos 45 años. Tal y como ya le había sucedido a Antonino en el pasado, Aurelio se derrumbó psicológicamente tras la muerte de su esposa.

Busto de Marco Aurelio en el Musée Saint-Raymond de Toulouse, Francia. (CC BY-SA 3.0)

Busto de Marco Aurelio en el Musée Saint-Raymond de Toulouse, Francia. (CC BY-SA 3.0)

Recordando a las Faustinas

Ambas Faustinas, madre e hija, se convirtieron en parte del glorioso pasado del Imperio Romano. Fueron esposas modelo, pero también ejercieron una extraordinaria influencia en la corte imperial de sus esposos. Su comprensión de las necesidades de las mujeres transformó las vidas de las damas romanas. Sus mentes brillantes les permitieron ser respetadas e incluidas como deidades tras su muerte. A día de hoy, las monedas dedicadas a las dos Faustinas todavía son muy populares entre los coleccionistas.

Áureo romano con la efigie de Faustina la Menor (CC BY-SA 3.0)

Áureo romano con la efigie de Faustina la Menor (CC BY-SA 3.0)

Denario acuñado en honor a Faustina la Mayor. (CC BY-SA 2.5)

Denario acuñado en honor a Faustina la Mayor. (CC BY-SA 2.5)

Antiguamente, a las mujeres les gustaba guardar monedas con la efigie de las Faustinas, y acabaron por ser consideradas amuletos. Las mujeres romanas creían que las Faustinas podían traerles felicidad, riqueza y buena suerte. Mucha gente aún piensa lo mismo en nuestros días, y por esta razón las tratan con la consideración que merecen.

Imagen de portada: Fotocomposición. A la izquierda, Faustina la Menor (CC BY-SA 3.0). A la derecho, Faustina la Mayor (CC BY 3.0).

Autor: Natalia Klimczak

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

 

Fuentes:

Aleksander Krawczuk, Poczet Cesarzowych Rzymu, 1998.

Anthony R. Birley, Marcus Aurelius: A Biography, 1966.

Annelise Freisenbruch, The First Ladies of Rome: The Women Behind the Caesars, 2010.

Marcus Aurelius, disponible en:
https://www.roman-emperors.org/marcaur.htm

Antoninus Pius, disponible en:
https://www.roman-emperors.org/tonypis.htm

Faustina the Younger, "Mater Castrorum", Mary T.Boatwright, disponible en:
https://www.academia.edu/9874004/Faustina_the_Younger_Mater_Castrorum_

The Moon and the Stars: Afterlife of a Roman Empress (Faustina the Elder), Bettina Bergmann y Wandy M. Watson, disponible en:
https://www.academia.edu/2152702/The_Moon_and_the_Stars_Afterlife_of_a_Roman_Empress_Faustina_the_Elder

Imagen de ancient-origins

Ancient-Origins

En Ancient-Origins.es creemos que uno de los más importantes campos del conocimiento que podemos estudiar como seres humanos es el de nuestros propios orígenes. Y si bien algunos pueden parecer satisfechos con ellos, nuestra opinión es que existe un gran... Lee mas
Siguiente Artículo